Parallel Verses
La Biblia de las Américas
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Y el que me envió, el Padre, él dio testimonio de mí. Ni nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su parecer.
Reina Valera 1909
Y el que me envió, el Padre, él ha dado testimonio de mí. Ni nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su parecer.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Y el que me envió, el Padre, él dio testimonio de mí. Ni nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su parecer.
Spanish: Reina Valera Gómez
Y el Padre mismo que me envió da testimonio de mí. Vosotros nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su parecer,
New American Standard Bible
"And the Father who sent Me, He has testified of Me. You have neither heard His voice at any time nor seen His form.
Artículos
Referencias Cruzadas
Juan 8:18
Mateo 3:17
Y he aquí, {se oyó} una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.
Juan 1:18
Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El {le} ha dado a conocer.
Deuteronomio 4:12
Entonces el SEÑOR os habló de en medio del fuego; oísteis su voz, sólo la voz, pero no visteis figura alguna.
Juan 14:9
Jesús le dijo*:
1 Timoteo 1:17
Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, {a El sea} honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Éxodo 20:19
Entonces dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros y escucharemos; pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos.
Mateo 17:5
Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz {salió} de la nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd.
Juan 6:27
Juan 15:24
1 Timoteo 6:16
el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A El {sea} la honra y el dominio eterno. Amén.
1 Juan 1:1-2
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca del Verbo de vida
1 Juan 4:12
A Dios nadie le ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se perfecciona en nosotros.
1 Juan 4:20
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto.