21 Versículo de la Biblia sobre Comer cadáveres
Versículos Más Relevantes
Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti.
Y será tu cuerpo muerto por comida a toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante.
El que muriere de los de Jeroboam en la ciudad, le comerán los perros; y el que muriere en el campo, lo comerán las aves del cielo; porque Jehová lo ha dicho.
El que de Baasa fuere muerto en la ciudad, le comerán los perros; y el que de él fuere muerto en el campo, lo comerán las aves del cielo.
El que de Acab fuere muerto en la ciudad, perros le comerán: y el que fuere muerto en el campo, lo comerán las aves del cielo.
De Jezabel también ha hablado Jehová, diciendo: Los perros comerán a Jezabel en el muro de Jezreel.
Y a Jezabel la comerán los perros en el campo de Jezreel, y no habrá quien la sepulte. En seguida abrió la puerta, y huyó.
Y volvieron, y se lo dijeron. Y él dijo: Ésta es la palabra de Jehová, la cual Él habló por medio de su siervo Elías tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel.
Y los cadáveres de este pueblo servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante.
De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni sepultados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra; y con espada y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos servirán de comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra.
Y desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar; y les haré caer a espada delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus vidas; y daré sus cuerpos para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra.
los entregaré en mano de sus enemigos y en mano de los que buscan su vida; y sus cuerpos muertos serán para comida de las aves del cielo, y de las bestias de la tierra.
Y tú, hijo de hombre, así dice Jehová el Señor: Di a todas las aves, y a toda bestia del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel, y comeréis carne y beberéis sangre.
Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos a la cena del gran Dios, para que comáis carnes de reyes, y carnes de capitanes, y carnes de fuertes, y carnes de caballos, y de los que están sentados sobre ellos; y carnes de todos, libres y siervos, pequeños y grandes.
Sus polluelos chupan la sangre; y donde hubiere cadáveres, allí está ella.
Porque dondequiera que esté el cuerpo muerto, allí se juntarán también las águilas.
Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? Y Él les dijo: Donde esté el cuerpo, allí también se juntarán las águilas.
Y descendían aves sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba.
Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo, y a las bestias del campo.
Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza; y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra: y sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel.
Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos; la carne de tus santos a las bestias de la tierra.