47 Versículos de la Biblia sobre creer en uno mismo
Versículos Más Relevantes
¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo con lo que aprueba.
esto es, para que sea yo confortado juntamente con vosotros por la fe mutua, mía y vuestra.
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed a las obras; para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en Él.
Digo, pues, por la gracia que me ha sido dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí, que el que debe tener, sino que piense de sí con mesura, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros.
Por lo cual nosotros también sin cesar damos gracias a Dios, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino como es en verdad, la palabra de Dios, la cual también obra eficazmente en vosotros los que creéis.
Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.
El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en sabiduría, será librado.
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que seáis reprobados?
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe: de la que duerme a tu lado, guarda, no abras tu boca.
Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo; para que, ya sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes combatiendo juntos por la fe del evangelio;
Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo.)
El que en Él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya es condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios;
¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que sólo de Dios viene?
Gustad, y ved que es bueno Jehová: Dichoso el hombre que en Él confía.
Y decían a la mujer: Ahora creemos, no sólo por tu dicho, sino porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que verdaderamente Éste es el Cristo, el Salvador del mundo.
No gloriándonos desmedidamente en trabajos ajenos; mas teniendo esperanza de que cuando vuestra fe crezca, seremos mucho más engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla.
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
y digas en tu corazón: Mi poder y la fortaleza de mi mano me han traído esta riqueza.
Pero el que duda, si come, se condena, porque come sin fe, y todo lo que no es de fe, es pecado.
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, esforzaos.
Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.
Bien; por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe estás en pie. No te enaltezcas, antes teme.
Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis afirmados en la verdad presente.
y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
Ella le dijo: Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios que había de venir al mundo.
Retén la forma de las sanas palabras que de mi oíste, en fe y amor que es en Cristo Jesús.
Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
Ninguno tenga en poco tu juventud; sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en pureza.
Pues nadie hace algo en secreto cuando procura darse a conocer. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;
Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;
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