24 Versículos de la Biblia sobre Cubiertas de sangre
Versículos Más Relevantes
Entonces tomaron ellos la ropa de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñieron la ropa con la sangre;
Solo pisé el lagar, y de los pueblos nadie fue conmigo. Los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y ensucié todas mis ropas.
y estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es llamado LA PALABRA DE DIOS.
Entonces Séfora arrebató un pedernal, y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: Porque tú me eres esposo de sangre.
y te lavé con aguas, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite;
Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y te dije: En tus sangres vivirás; te dije: En tus sangres vivirás.
Y con todas tus abominaciones y tus fornicaciones, ¿no te has acordado de los días de tu mocedad, cuando estabas desnuda y descubierta? Envuelta en tus sangres estabas.
Y Amasa se había revolcado en la sangre en mitad del camino; y viendo aquel hombre que todo el pueblo se paraba, apartó a Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura, porque veía que todos los que venían se paraban junto a él.
Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y de las que derraman sangre; y te daré en sangre de ira y de celo.
O si pestilencia enviare sobre esa tierra, y derramare mi ira sobre ella en sangre, para talar de ella hombres y bestias,
La batalla había arreciado aquel día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde murió; y la sangre de la herida corría por el seno del carro.
Embriagaré de sangre mis saetas, y mi cuchillo devorará carne; en la sangre de los muertos y de los cautivos, de los reyes y príncipes , con venganzas del enemigo.
Y hollé los pueblos con mi ira, y los embriagué de mi furor; y derribé a tierra su fortaleza.
Y con ellos vendrán abajo unicornios, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura.
Por lo cual fue llamado aquel campo, Acéldema: Campo de sangre , hasta el día de hoy.
Y fue notorio a todos los moradores de Jerusalén; de tal manera que aquel campo es llamado en su propia lengua, Acéldama, que es, Campo de sangre.
Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta cubrirse de sangre.
Y él les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron; y parte de su sangre fue salpicada en la pared, y en los caballos; y él la atropelló.
Ciertamente el que exprime la leche, sacará manteca; y el que recio se suena las narices, sacará sangre; y el que provoca la ira, causará contienda.
Y los muertos de ellos serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se desleirán por la multitud de su sangre.
Llena está de sangre la espada del SEÑOR, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de cabritos, de grosura de riñones de carneros; porque el SEÑOR tiene sacrificio en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom.
Y el lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos por mil seiscientos estadios.