33 Versículos de la Biblia sobre El Dios de mi salvación
Versículos Más Relevantes
Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salud.
Con tremendas cosas, nos oirás en justicia, oh Dios de nuestra salud, esperanza de todos los fines de la tierra, y las lejuras del mar.
Ayúdanos, oh Dios, salud nuestra, por la honra de tu Nombre; y líbranos, y purga nuestros pecados por causa de tu Nombre.
Vuélvenos, oh Dios, salud nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros.
He Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salud; a ti he esperado todo el día.
No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido; no me dejes y no me desampares, Dios de mi salud.
El SEÑOR es mi fortaleza, y mi canción, él me es por salud; éste es mi Dios, y a éste prepararé habitación; Dios de mi padre, y a éste ensalzaré.
He aquí oh Dios, salud mía; me aseguraré, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH, el SEÑOR, el cual ha sido salud para mí.
El SEÑOR es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?
¿Oh SEÑOR, contra los ríos te airaste? ¿Contra los ríos fue tu enojo? ¿Tu ira fue contra el mismo mar, Cuando subiste sobre tus caballos, y sobre tus carros de salud?
Ciertamente vanidad son los collados, la multitud de los montes; ciertamente en el SEÑOR nuestro Dios está la salvación de Israel.
Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y la fuerza de la salvación; el temor del SEÑOR será su tesoro.
El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le enseñaré la salud de Dios.
El SEÑOR está listo para salvarme; por tanto cantaremos nuestros Salmos en la Casa del SEÑOR todos los días de nuestra vida.
Si anduviere yo por medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y tu diestra me salvará.
Misericordia mía y mi castillo, altura mía y mi libertador, escudo mío, en quien he confiado; el que allana mi pueblo delante de mí.
Cuando yo estoy pobre y menesteroso, el SEÑOR pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.
Yo soy pobre y menesteroso; apresúrate a mí, oh Dios. Ayuda mía y mi libertador eres tú; oh SEÑOR, no te detengas.
Que salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; el cual libró a Daniel del poder de los leones.
pero yo en el SEÑOR me alegraré, y en el Dios de mi salud me gozaré.