48 Versículo de la Biblia sobre El orgullo, la maldad de
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Porque la rebelión {es como} pecado de adivinación, y la desobediencia, {como} iniquidad e idolatría. Por cuanto has desechado la palabra del SEÑOR, El también te ha desechado para que no seas rey.
Ojos altivos y corazón arrogante, lámpara de los impíos; {eso es} pecado.
Pero ahora os jactáis en vuestra arrogancia; toda jactancia semejante es mala.
avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez. Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre.
estando llenos de toda injusticia, maldad, avaricia {y} malicia; colmados de envidia, homicidios, pleitos, engaños {y} malignidad; {son} chismosos, detractores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de lo malo, desobedientes a los padres,
Porque temo que quizá cuando yo vaya, halle que no sois lo que deseo, y yo sea hallado por vosotros que no soy lo que deseáis; que quizá {haya} pleitos, celos, enojos, rivalidades, difamaciones, chismes, arrogancia, desórdenes;
Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes,
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: ``Así dice el Señor DIOS: `Aun cuando tu corazón se ha enaltecido y has dicho: ``Un dios soy, sentado estoy en el trono de los dioses, en el corazón de los mares", no eres más que un hombre y no Dios, aunque hayas igualado tu corazón al corazón de Dios.
no un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación {en que cayó} el diablo.
el cual se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o {es} objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose como si fuera Dios.
Abominación al SEÑOR es todo el que es altivo de corazón; ciertamente no quedará sin castigo.
No seas sabio a tus propios ojos, teme al SEÑOR y apártate del mal.
Seis cosas hay que odia el SEÑOR, y siete son abominación para El: ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente,
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría.
No hagas ostentación ante el rey, y no te pongas en el lugar de los grandes; porque es mejor que te digan: Sube acá, a que te humillen delante del príncipe a quien tus ojos han visto.
¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio? Más esperanza hay para el necio que para él.
No te jactes del día de mañana, porque no sabes qué traerá el día.
El orgullo del hombre lo humillará, pero el de espíritu humilde obtendrá honores.
Tú reprendes a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus mandamientos.
``También quebrantaré el orgullo de vuestro poderío, y haré vuestros cielos como hierro y vuestra tierra como bronce.
No os jactéis más con tanto orgullo, no salga la arrogancia de vuestra boca; porque el SEÑOR es Dios de sabiduría, y por El son pesadas las acciones.
Falsedad habla cada uno a su prójimo; hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón. Corte el SEÑOR todo labio lisonjero, la lengua que habla con exageración;
Así dice el SEÑOR: No se gloríe el sabio de su sabiduría, ni se gloríe el poderoso de su poder, ni el rico se gloríe de su riqueza; mas el que se gloríe, gloríese de esto: de que me entiende y me conoce, pues yo soy el SEÑOR que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra, porque en estas cosas me complazco --declara el SEÑOR.
Los que se ensalzan no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad.
Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el SEÑOR su confianza, y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad.
Porque el SEÑOR es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo conoce de lejos.
¿Ay de los sabios a sus propios ojos e inteligentes ante sí mismos!
Escuchad y prestad atención, no seáis altaneros, porque el SEÑOR ha hablado. Dad gloria al SEÑOR vuestro Dios antes que haga venir las tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen sobre los montes oscuros, y estéis esperando la luz, y El la transforme en profundas tinieblas, {la} torne en lobreguez. Pero si no escucháis esto, mi alma sollozará en secreto por {tal} orgullo; mis ojos llorarán amargamente y se anegarán en lágrimas, porque ha sido hecho cautivo el rebaño del SEÑOR.
Y cualquiera que se ensalce, será humillado, y cualquiera que se humille, será ensalzado.
Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado.
Tened el mismo sentir unos con otros; no seáis altivos en vuestro pensar, sino condescendiendo con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga.
Asimismo, {vosotros} los más jóvenes, estad sujetos a los mayores; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES.
Pero El da mayor gracia. Por eso dice: DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES.
Ciertamente El se burla de los burladores, pero da gracia a los afligidos.
¿Dónde está, pues, la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿La de las obras? No, sino por la ley de la fe.
Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos. El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: ``Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos.Leer más.
``Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano." Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ``Dios, ten piedad de mí, pecador." Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado.
Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué jactarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Y CREYO ABRAHAM A DIOS, Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA.
Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo un olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas y fuiste hecho participante con ellas de la rica savia de la raíz del olivo, no seas arrogante para con las ramas; pero si eres arrogante, {recuerda que} tú no eres el que sustenta la raíz, sino que la raíz es {la que te sustenta} a ti. Dirás entonces: Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado.Leer más.
Muy cierto; fueron desgajadas por su incredulidad, pero tú por la fe te mantienes firme. No seas altanero, sino teme;
Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es;Leer más.
para que nadie se jacte delante de Dios. Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención, para que, tal como está escrito: EL QUE SE GLORIA, QUE SE GLORIE EN EL SEÑOR.
Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, {sino que es} don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
El temor del SEÑOR es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco.
Destruiré al que en secreto calumnia a su prójimo; no toleraré al de ojos altaneros y de corazón arrogante.
Cántico de ascenso gradual; de David.Señor, mi corazón no es soberbio, ni mis ojos altivos; no ando tras las grandezas, ni en cosas demasiado difíciles para mí;
Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante;
Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo.
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