45 Versículo de la Biblia sobre la misericordia y la gracia
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Gracia, misericordia {y} paz serán con nosotros, de Dios Padre y de Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y amor.
a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia {y} paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.
Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.
Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
quien nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según su propósito y {según la} gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad,
Gracia y paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, {sino que es} don de Dios;
Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo.
Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que {se hallan} en Cristo Jesús.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó,
Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.
Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
La misericordia y la verdad se han encontrado, la justicia y la paz se han besado.
a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y {de} Cristo Jesús nuestro Señor.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR moraré por largos días.
Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que {hay} en Cristo Jesús.
Así que no {depende} del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y {su} amor hacia la humanidad,
conservaos en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia.
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.
Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en El para vida eterna.
Clemente y justo es el SEÑOR; sí, compasivo es nuestro Dios.
{Lo hizo} para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia, que de antemano El preparó para gloria,
del cual fui hecho ministro, conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia de su poder.
La justicia y el derecho son el fundamento de tu trono; la misericordia y la verdad van delante de ti.
en quien tenemos libertad y acceso {a Dios} con confianza por medio de la fe en El.
¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo!
para que justificados por su gracia fuésemos hechos herederos según {la} esperanza de la vida eterna.
Que las misericordias del SEÑOR jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades;
antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El {sea} la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Porque el juicio {será} sin misericordia para el que no ha mostrado misericordia; la misericordia triunfa sobre el juicio.
En El tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia
Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.
Así hallarás favor y buena estimación ante los ojos de Dios y de los hombres.
el cual también os confirmará hasta el fin, {para que seáis} irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.
siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús,
a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de su gracia por {su} bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Así que del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece.
¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde?