55 Versículos de la Biblia sobre Las aves, tipos de aves
Versículos Más Relevantes
Y de las aves, éstas tendréis en abominación; no se comerán, serán abominación: el águila, el quebrantahuesos, el esmerejón,
Envió también de sí una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra;
la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago.
Soy semejante al pelícano del desierto; soy como el búho de las soledades.
No caiga, pues, ahora mi sangre en tierra delante de Jehová, porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.
Y cuando los días de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de la congregación, al sacerdote:
Y salió un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro lado, en derredor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra.
¿Quién prepara al cuervo su alimento, cuando sus polluelos claman a Dios, bullendo de un lado a otro por falta de comida?
Y Jesús le dijo: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes de que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces.
Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor como le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
Allí anidan las aves; en las hayas hace su casa la cigüeña.
Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, en tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.
Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.
Se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola;
y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que se secaron las aguas de sobre la tierra.
Y beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.
Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.
¿Has de poner tus ojos en lo que no es nada? Porque las riquezas se harán alas, como alas de águila, y volarán al cielo.
pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.
Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón, tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte: aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.
Y dirás: Así dice Jehová el Señor: Una gran águila, de grandes alas y de largos miembros, llena de plumas de diversos colores, vino al Líbano, y tomó el cogollo del cedro;
En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se bañaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como las plumas de águila, y sus uñas como de aves.
Pon a tu boca trompeta. Vendrá como águila contra la casa de Jehová, porque traspasaron mi pacto, y se rebelaron contra mi ley.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!
El lebrel ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío; y un rey contra el cual ninguno se levanta.
Entonces comenzó a maldecir, y a jurar, diciendo: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.
¿Diste tú hermosas alas al pavo real, o alas y plumas al avestruz? El cual desampara en la tierra sus huevos, y sobre el polvo los calienta, y se olvida de que los pisará el pie, y que los quebrará bestia del campo.Leer más.
Se endurece para con sus crías, como si no fuesen suyas, no temiendo que su trabajo haya sido en vano; Porque le privó Dios de sabiduría, y no le dio inteligencia. Luego que se levanta en alto, se burla del caballo y de su jinete.
Aun los monstruos marinos sacan la teta, y amamantan a sus chiquitos: La hija de mi pueblo se ha vuelto cruel, como los avestruces en el desierto.
Por tanto, allí morarán las fieras del desierto junto con las hienas, y los búhos también morarán en ella; y nunca más será poblada ni será habitada, por generación y generación.
Por tanto lamentaré y aullaré, y andaré despojado y desnudo; haré gemido como de dragones, y lamento como de búhos.
Y rebaños de ganado reposarán en ella, todas las bestias de las naciones; el pelícano y también el erizo dormirán en sus umbrales; su voz cantará en las ventanas; asolación será en las puertas, porque su enmaderamiento de cedro será descubierto.
Y venida la tarde subieron codornices que cubrieron el campamento; y a la mañana descendió rocío en derredor del campamento.
Y salió un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro lado, en derredor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra. Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día, y toda la noche, y todo el día siguiente, y se recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo en derredor del campamento.
Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa.
¿No se venden dos pajarillos por un cuadrante? Y ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Así que, no temáis; de más estima sois vosotros que muchos pajarillos.
Alcé luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y el cielo.
Vaga alrededor tras del pan, diciendo: ¿Dónde está? Sabe que le está preparado día de tinieblas, a la mano.
El ojo que escarnece a su padre, y menosprecia la enseñanza de su madre, los cuervos del valle lo saquen, y lo traguen los aguiluchos.
Rápate y aféitate por los hijos de tus delicias; ensancha tu calva como águila; porque fueron llevados cautivos lejos de ti.
Y sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos; y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus caballeros, y volarán como águila que se apresura a la comida.
Y será tu cuerpo muerto por comida a toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante.
Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza; y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra: y sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel.
El que de Baasa fuere muerto en la ciudad, le comerán los perros; y el que de él fuere muerto en el campo, lo comerán las aves del cielo.
Y serán dejados para las aves de los montes, y para las bestias de la tierra; sobre ellos pasarán el verano las aves, e invernarán todas las bestias de la tierra.
Como ave de rapiña es mi heredad para mí; las aves en derredor están contra ella. Venid, reuníos, vosotras todas las bestias del campo, venid a devorarla.
Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos a la cena del gran Dios, para que comáis carnes de reyes, y carnes de capitanes, y carnes de fuertes, y carnes de caballos, y de los que están sentados sobre ellos; y carnes de todos, libres y siervos, pequeños y grandes.