7 Versículos de la Biblia sobre Los asesinatos, completado
Versículos Más Relevantes
Y presentó el tributo a Eglón, rey de Moab; y Eglón era un hombre muy grueso.
Pero Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber ceneo; porque {había} paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber ceneo. Y Jael salió al encuentro de Sísara, y le dijo: Ven, señor mío, ven a mí; no temas. Y él fue hacia ella a la tienda, y ella lo cubrió con una manta. Y él le dijo: Te ruego que me des de beber un poco de agua, porque tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber; entonces lo cubrió.Leer más.
Entonces él le dijo: Ponte a la entrada de la tienda, y si alguien viene, y te pregunta, y te dice: `` ¿Hay alguien aquí?", tú responderás: ``No." Pero Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda y tomando en la mano un martillo, se le acercó silenciosamente y le clavó la estaca en las sienes, la cual penetró en la tierra, pues él estaba profundamente dormido y agotado, y murió.
Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allí, por causa de la sangre de Asael su hermano, lo hirió en el vientre y murió.
Y los hijos de Rimón beerotita, Recab y Baana, fueron y entraron en la casa de Is-boset en el calor del día, mientras él dormía la siesta. Y llegaron hasta la mitad de la casa como si fueran a buscar trigo, y lo hirieron en el vientre; y Recab y su hermano Baana escaparon. Habían entrado en la casa mientras Is-boset estaba acostado en su lecho, en su alcoba; lo hirieron y lo mataron, y le cortaron la cabeza. Y tomando su cabeza, anduvieron toda la noche camino del Arabá.Leer más.
Trajeron la cabeza de Is-boset a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset, hijo de tu enemigo Saúl, el que buscaba tu vida; de esta manera el SEÑOR ha concedido hoy a mi señor el rey venganza sobre Saúl y sus descendientes.
Absalón ordenó a sus siervos, diciendo: Mirad, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo os diga: ``Herid a Amnón", entonces matadle. No temáis; ¿no os lo he mandado yo? Tened ánimo y sed valientes.
Respondió Joab: No malgastaré mi tiempo aquí contigo. Y tomando tres dardos en la mano, los clavó en el corazón de Absalón mientras todavía estaba vivo en medio de la encina.
Pero Amasa no se protegió de la espada que estaba en la mano de Joab y {éste} le dio en el vientre con ella y derramó sus entrañas por tierra, sin {herir}lo de nuevo, y murió. Entonces Joab y Abisai su hermano siguieron tras Seba, hijo de Bicri.