21 Versículos de la Biblia sobre No cosechar lo que siembras

Porque en estos dos años {ha habido} hambre en la tierra y todavía quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra ni siega.

Avergonzaos, labradores, gemid, viñadores, por el trigo y la cebada, porque la cosecha del campo se ha perdido.

Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvados.

¿Ay de mí!, porque soy como los recogedores de frutos de verano, como los rebuscadores en la vendimia. No hay racimo {de uvas} que comer, {ni} higo temprano que tanto deseo.

Di: Así declara el SEÑOR: ``Los cadáveres de los hombres caerán como estiércol sobre la faz del campo, y como gavillas tras el segador, y no habrá quien {las} recoja."

Porque siembran viento, y recogerán tempestades. El trigo no tiene espigas, no da grano, y si lo diera, se lo tragarían los extraños.

Sembrarás, pero no segarás; pisarás la oliva, pero no te ungirás con aceite, y la uva, pero no beberás vino.

Con la cual el segador no llena su mano, ni el recogedor de gavillas sus brazos.

Exterminad de Babilonia al sembrador y al que maneja la hoz en tiempo de la siega; ante la espada opresora, cada uno volverá a su pueblo, cada uno huirá a su tierra.

Entregó también sus cosechas al saltamontes, y el fruto de su trabajo a la langosta.

Su cosecha devoran los hambrientos, la toman aun de {entre} los espinos, y el intrigante ansía su riqueza.

que yo siembre y otro coma, y sean arrancadas mis cosechas.

Han sembrado trigo y han segado espinos, se han esforzado sin provecho alguno. Avergonzaos, pues, de vuestras cosechas a causa de la ardiente ira del SEÑOR.

El que observa el viento no siembra, y el que mira las nubes no siega.

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y {sin embargo,} vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?

Considerad los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero, y {sin embargo,} Dios los alimenta; ¡cuánto más valéis vosotros que las aves!

pues te tenía miedo, porque eres un hombre exigente, que recoges lo que no depositaste y siegas lo que no sembraste."

Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: ``Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste,

Pero su señor respondió, y le dijo: ``Siervo malo y perezoso, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.

El le contestó*: ``Siervo inútil, por tus propias palabras te voy a juzgar. ¿Sabías que yo soy un hombre exigente, que recojo lo que no deposité y siego lo que no sembré?

Yo os envié a segar lo que no habéis trabajado; otros han trabajado y vosotros habéis entrado en su labor.