43 Versículo de la Biblia sobre aquellos que Jesús sanó
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Y se acercó un leproso y se postró ante El, diciendo: ``Señor, si quieres, puedes limpiarme." Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: ``Quiero; sé limpio." Y al instante quedó limpio de su lepra.
Estando Jesús en una de las ciudades, {había allí} un hombre lleno de lepra, y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y Le rogó: ``Señor, si quieres, puedes limpiarme." Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: ``Quiero; sé limpio." Y al instante la lepra lo dejó. Y El le mandó que no se lo dijera a nadie. ``Pero anda," {le dijo,} ``muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio."
y al entrar en cierta aldea, Le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia, y gritaron: `` ¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!" Cuando El los vio, les dijo: ``Vayan y muéstrense a los sacerdotes." Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios.Leer más.
Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. Cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, y Le dio gracias; y éste era Samaritano. Jesús le preguntó: `` ¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los {otros} nueve, ¿dónde están? " ¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?" Entonces le dijo: ``Levántate y vete; tu fe te ha sanado."
Entonces Jesús dijo al hombre: ``Extiende tu mano." Y él la extendió, y le fue restaurada, sana como la otra.
Y mirando con enojo a los que Lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo al hombre: ``Extiende tu mano." Y él la extendió, y su mano quedó sana.
Después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre: ``Extiende tu mano." Y él lo hizo {así,} y su mano quedó sana.
Entonces Jesús dijo al centurión: ``Vete; así como has creído, te sea hecho." Y el criado fue sanado en esa {misma} hora.
Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir. Al oír {hablar} de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los Judíos, pidiendo que viniera y salvara (sanara) a su siervo. Cuando ellos llegaron a Jesús, Le rogaron con insistencia, diciendo: ``El centurión es digno de que le concedas esto;Leer más.
porque él ama a nuestro pueblo (nuestra nación) y fue él quien nos edificó la sinagoga." Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciendo: ``Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo; por eso ni siquiera me consideré digno de ir a Ti, tan sólo di la palabra y mi siervo será sanado. "Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: `Ve,' y va; y a otro: `Ven,' y viene; y a mi siervo: `Haz esto,' y lo hace." Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que Lo seguía: ``Les digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande." Cuando los que habían sido enviados regresaron a la casa, encontraron sano al siervo.
Le tocó la mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó y Le servía.
El se le acercó, y tomándola de la mano la levantó, y la fiebre la dejó; y ella les servía.
Inclinándose sobre ella, Jesús reprendió la fiebre {y la fiebre} la dejó; al instante ella se levantó y les servía.
Mientras Jesús les decía estas cosas, vino un oficial {de la sinagoga} y se postró delante de El, diciendo: ``Mi hija acaba de morir; pero ven y pon Tu mano sobre ella, y vivirá."
Pero cuando habían echado fuera a la gente, El entró y la tomó de la mano; y la niña se levantó.
Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, Le rogaba que entrara a su casa;
Después que el demonio había sido expulsado, el mudo habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: ``Jamás se ha visto cosa igual en Israel."
Jesús estaba echando fuera un demonio que era mudo, y cuando el demonio salió, el mudo habló; y las multitudes se maravillaron.
Entonces trajeron a Jesús un endemoniado ciego y mudo, y lo sanó, de manera que el mudo hablaba y veía.
Entonces Jesús le dijo: ``Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas." Y su hija quedó sana desde aquel momento.
Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada en la cama, y que el demonio había salido.
Jesús entonces lo reprendió, diciendo: `` ¡Cállate y sal de él!" Y después que el demonio lo derribó en medio {de ellos,} salió de él sin hacerle ningún daño.
Al llegar Jesús al otro lado, a la tierra de los Gadarenos, fueron a Su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino. Y gritaron: `` ¿Qué {hay} entre Tú y nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo (designado para el juicio)?" A cierta distancia de ellos estaba paciendo una manada de muchos cerdos;Leer más.
y los demonios Le rogaban: ``Si vas a echarnos fuera, mándanos a la manada de cerdos." `` ¡Vayan!" les dijo Jesús. Y ellos salieron y entraron en los cerdos; y la manada entera se precipitó por un despeñadero al mar, y perecieron en las aguas. Los que cuidaban {la manada} huyeron; y fueron a la ciudad y lo contaron todo, incluso lo de los endemoniados. Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando Lo vieron, {Le} rogaron que se fuera de su región.
Porque Jesús le decía: ``Sal del hombre, espíritu inmundo." `` ¿Cómo te llamas?" le preguntó Jesús. ``Me llamo Legión," respondió, ``porque somos muchos." Le rogaba entonces con insistencia que no los enviara fuera de la tierra.Leer más.
Había allí una gran manada de cerdos paciendo junto al monte. Y {los demonios} Le rogaron, diciendo: ``Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos." Jesús les dio permiso. Y saliendo los espíritus inmundos, entraron en los cerdos; y la manada, unos 2,000, se precipitó por un despeñadero al mar, y en el mar se ahogaron. Los que cuidaban los cerdos huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. Y {la gente} vino a ver qué era lo que había sucedido. Vinieron a Jesús, y vieron al que había estado endemoniado, sentado, vestido y en su cabal juicio, el {mismo} que había tenido la legión; y tuvieron miedo. Los que lo habían visto les describieron cómo le había sucedido {esto} al endemoniado, y lo de los cerdos. Y comenzaron a rogar a Jesús que se fuera de su región. Al entrar El en la barca, el que había estado endemoniado Le rogaba que lo dejara ir con El. Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: ``Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y {cómo} tuvo misericordia de ti." Y él se fue, y empezó a proclamar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho por él; y todos se quedaban maravillados.
Porque El mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces se había apoderado de él, y estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; {a pesar de todo} rompía las ataduras y era llevado por el demonio a los desiertos. Entonces Jesús le preguntó: `` ¿Cómo te llamas?" ``Legión," contestó; porque muchos demonios habían entrado en él. Y Le rogaban que no les ordenara irse al abismo.Leer más.
Había una manada de muchos cerdos paciendo allí en el monte; y {los demonios} Le rogaron que les permitiera entrar en los cerdos. Y El les dio permiso. Los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, y la manada se precipitó por el despeñadero al lago y se ahogaron. Cuando los que los cuidaban vieron lo que había sucedido, huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. Salió entonces {la gente} a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor.
Entonces les tocó los ojos, diciendo: ``Hágase en ustedes según su fe." Y se les abrieron los ojos. Y Jesús les advirtió rigurosamente: ``Miren que nadie {lo} sepa."
Entonces Jesús, movido a compasión, tocó los ojos de ellos, y al instante recobraron la vista, y Lo siguieron.
Entonces llegaron a Jericó. Y cuando El salía de Jericó con Sus discípulos y una gran multitud, un mendigo ciego {llamado} Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino. Cuando oyó que era Jesús el Nazareno, comenzó a gritar y a decir: `` ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!" Y muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: `` ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!"Leer más.
Jesús se detuvo y dijo: ``Llámenlo." Y llamaron al ciego, diciéndole: `` ¡Anímate! Levántate, {que} te llama." Arrojando su manto, se levantó de un salto y fue a Jesús. Y dirigiéndose a él, Jesús {le} preguntó: `` ¿Qué deseas que haga por ti?" Y el ciego Le respondió: ``Raboní (Mi Maestro), que recobre la vista." ``Vete, tu fe te ha sanado," le dijo Jesús. Al instante el ciego recobró la vista, y Lo seguía por el camino.
Aconteció que al acercarse Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando. Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello. Y le informaron que pasaba Jesús de Nazaret.Leer más.
Entonces gritó: `` ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!" Y los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: `` ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!" Jesús se detuvo y ordenó que lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó: `` ¿Qué deseas que haga por ti?" ``Señor, que recobre la vista," contestó el ciego. Jesús entonces le dijo: ``Recibe la vista, tu fe te ha sanado." Al instante recobró la vista y Lo seguía glorificando a Dios. Cuando toda la gente vio {aquello,} dieron gloria a Dios.
Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y Sus discípulos Le preguntaron: ``Rabí (Maestro), ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?" Jesús respondió: ``Ni éste pecó, ni sus padres; sino {que está ciego} para que las obras de Dios se manifiesten en él.Leer más.
"Nosotros debemos hacer las obras del que Me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar. "Mientras estoy en el mundo, Yo soy la Luz del mundo." Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos al ciego, y le dijo: ``Ve {y} lávate en el estanque de Siloé" (que quiere decir Enviado). El ciego fue, pues, y se lavó y regresó viendo.
Jesús le dijo: ``Levántate, toma tu camilla y anda." Al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y comenzó a andar. Pero aquel día era día de reposo.
Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: ``Joven, a ti te digo: ¡Levántate!" El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios.
Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: ``Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado." Y al instante la mujer quedó sana.
Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción.
se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de Su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre.
y {también} algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios;
Cuando él oyó que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a Su encuentro y {Le} suplicaba que bajara y sanara a su hijo, porque estaba al borde de la muerte. Jesús entonces le dijo: ``Si ustedes no ven señales (milagros) y prodigios, no creerán." El oficial del rey Le dijo: ``Señor, baja antes de que mi hijo muera."Leer más.
``Puedes irte, tu hijo vive," le dijo Jesús. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. Y mientras bajaba a su casa, sus siervos le salieron al encuentro y le dijeron que su hijo vivía. Entonces les preguntó a qué hora había empezado a mejorar. Y le respondieron: ``Ayer a la una de la tarde (la hora séptima) se le quitó la fiebre." El padre entonces se dio cuenta que {fue} a la hora en que Jesús le dijo: ``Tu hijo vive." Y creyó él con toda su casa.
Y Le trajeron un paralítico echado en una camilla; y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: ``Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados." Y algunos de los escribas decían para sí: ``Este blasfema." Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: `` ¿Por qué piensan mal en sus corazones?Leer más.
"Porque, ¿qué es más fácil, decir: `Tus pecados te son perdonados,' o decir: `Levántate, y anda'? "Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados," entonces dijo al paralítico: ``Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa." Y levantándose, el paralítico se fue a su casa.
Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: ``Hijo, tus pecados te son perdonados." Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: `` ¿Por qué habla Este así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?"Leer más.
Al instante Jesús, conociendo en Su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo: `` ¿Por qué piensan estas cosas en sus corazones? " ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: `Tus pecados te son perdonados,' o decir{le:} `Levántate, toma tu camilla y anda'? "Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados," dijo al paralítico: ``A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa." Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: ``Jamás hemos visto cosa semejante."
Y unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús. No hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo: ``Hombre, tus pecados te son perdonados."Leer más.
Entonces los escribas y Fariseos comenzaron a razonar, diciendo: `` ¿Quién es Este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?" Conociendo Jesús sus pensamientos, les respondió: `` ¿Por qué razonan en sus corazones? " ¿Qué es más fácil, decir: `Tus pecados te son perdonados,' o decir: `Levántate y anda'? "Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados," dijo al paralítico: ``A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa." Al instante se levantó delante de ellos, tomó {la camilla} en que había estado acostado, y se fue a su casa glorificando a Dios.
Jesús lo reprendió y el demonio salió de él, y el muchacho quedó curado desde aquel momento.
Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.
Pero ellos guardaron silencio. Y El, tomando al hombre {de la mano,} lo sanó y lo despidió.
Pero Jesús dijo: `` ¡Deténganse! Basta de esto." Y tocando la oreja {al siervo,} lo sanó.