49 Versículo de la Biblia sobre la identidad

Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia.

Pero Jesús respondió y les dijo: Estáis equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios.

En la segunda {visita,} José se dio a conocer a sus hermanos, y conoció Faraón el linaje de José.

Y por tu causa harás que se pierda la heredad que yo te di; te haré servir a tus enemigos en una tierra que no conoces; porque habéis prendido un fuego en mi ira que arderá para siempre.

De éstos, las costas de las naciones se dividieron en sus tierras, cada uno conforme a su lengua, según sus familias, en sus naciones.

y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

Pero ahora que conocéis a Dios, o más bien, que sois conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis otra vez a las cosas débiles, inútiles y elementales, a las cuales deseáis volver a estar esclavizados de nuevo?

quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio {dado} a su debido tiempo.

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.

Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Ahora pues, no fuisteis vosotros los que me enviasteis aquí, sino Dios; y El me ha puesto por padre de Faraón y señor de toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Egipto.

Han dicho: Venid, y destruyámoslos como nación, para que ya no haya memoria del nombre de Israel.

Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como {lo} sois, sin levadura. Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado.

de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra,

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús nuestra esperanza,

Estos son los hijos de Sem, según sus familias, según sus lenguas, por sus tierras, conforme a sus naciones.

Y él no se contentó con echar mano sólo a Mardoqueo, pues le habían informado {cuál era} el pueblo de Mardoqueo; por tanto Amán procuró destruir a todos los judíos, el pueblo de Mardoqueo, que {estaban} por todo el reino de Asuero.

No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que viene de Dios, éste ha visto al Padre.

Los reyes de Tarsis y de las islas traigan presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrezcan tributo;

Y así como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera.

Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis;

porque por medio de El los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.

Restitúyeme el gozo de tu salvación, y sostenme con un espíritu de poder.

Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en {todo} el mundo.

José no pudo ya contenerse delante de todos los que estaban junto a él, y exclamó: Haced salir a todos de mi lado. Y no había nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanos.

Pero decía esto para probarlo, porque El sabía lo que iba a hacer.

Entonces le respondieron algunos de los escribas y fariseos, diciendo: Maestro, queremos ver una señal de parte tuya.

Por la fe Moisés, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón,

Y José dijo a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron, y él dijo: Yo soy vuestro hermano José, a quien vosotros vendisteis a Egipto.

Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.

sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con {El}, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;

José dijo a sus hermanos: Yo soy José. ¿Vive todavía mi padre? Pero sus hermanos no podían contestarle porque estaban atónitos delante de él.

Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba, dijo* a Pedro: ¡Es el Señor! Oyendo, pues, Simón Pedro que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se la había quitado {para poder trabajar}), y se echó al mar.

Porque en estos dos años {ha habido} hambre en la tierra y todavía quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra ni siega.

Al darse cuenta {de esto,} fue a la casa de María, la madre de Juan, llamado también Marcos, donde muchos estaban reunidos y oraban.

De tal {hombre sí} me gloriaré; pero en cuanto a mí mismo, no me gloriaré sino en {mis} debilidades.

Hay, asimismo, cuerpos celestiales y cuerpos terrestres, pero la gloria del celestial es una, y la del terrestre es otra.

Ester no dio a conocer ni su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no {los} diera a conocer.

Mira, he llamado por nombre a Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá.

Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Reúneme a setenta hombres de los ancianos de Israel, a quienes tú conozcas como los ancianos del pueblo y a sus oficiales, y tráelos a la tienda de reunión y que permanezcan allí contigo.

Y fue para esto que El os llamó mediante nuestro evangelio, para que alcancéis la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Estos son los hijos de Cam, según sus familias, según sus lenguas, por sus tierras, por sus naciones.

Y ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.

Y Dios me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en la tierra, y para guardaros con vida mediante una gran liberación.

Ahora pues, no os entristezcáis ni os pese el haberme vendido aquí; pues para preservar vidas me envió Dios delante de vosotros.

Y lloró tan fuerte que {lo} oyeron los egipcios, y la casa de Faraón se enteró {de ello.}

Y El les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y por qué surgen dudas en vuestro corazón?