21 casos

'Ceniza' en la Biblia

Y el SEÑOR hará que la lluvia de tu tierra sea polvo y ceniza; descenderá del cielo sobre ti hasta que seas destruido.

Entonces Tamar se puso ceniza sobre la cabeza, rasgó el vestido de manga larga que llevaba puesto, y se fue gritando con las manos sobre la cabeza.

Cuando Mardoqueo supo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza, y salió por la ciudad, lamentándose con grande y amargo clamor.

Y en cada una de las provincias {y} en todo lugar donde llegaba la orden del rey y su decreto, había entre los judíos gran duelo y ayuno, llanto y lamento; y muchos se acostaban sobre cilicio y ceniza.

Vuestras máximas son proverbios de ceniza, vuestras defensas son defensas de barro.

El me ha arrojado al lodo, y soy como el polvo y la ceniza.

Manda la nieve como lana; esparce la escarcha cual ceniza.

¿Es ése el ayuno que yo escogí para que un día se humille el hombre? ¿Es acaso para que incline su cabeza como un junco, y para que se acueste en cilicio y ceniza? ¿Llamaréis a esto ayuno y día acepto al SEÑOR?

Hija de mi pueblo, cíñete el cilicio y revuélcate en ceniza; haz duelo como por hijo único, lamento de gran amargura, porque de pronto el destructor vendrá sobre nosotros.

Gemid, pastores, y clamad; revolcaos {en ceniza}, mayorales del rebaño; porque se han cumplido los días de vuestra matanza y de vuestra dispersión, y caeréis como vaso precioso.

harán oír su voz por ti y gritarán amargamente. Echarán polvo sobre sus cabezas, se revolcarán en ceniza;

`Por la multitud de tus iniquidades, por la injusticia de tu comercio, profanaste tus santuarios. Y yo he sacado fuego de en medio de ti, que te ha consumido; y te he reducido a ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.

Cuando llegó la noticia al rey de Nínive, se levantó de su trono, se despojó de su manto, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.

Y hollaréis a los impíos, pues ellos serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies el día en que yo actúe --dice el SEÑOR de los ejércitos.

¿Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en vosotras se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza.

¿Ay de ti Corazín! ¡Ay de ti Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en vosotras hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido sentados en cilicio y ceniza.

Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne,

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso