'Des' en la Biblia
Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
Y antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des a beber.
dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese potaje rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto, fue llamado su nombre Edom.
Y fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre: y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.
Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada: si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas.
Y no des de tu simiente para hacerla pasar por el fuego a Moloc; no contamines el nombre de tu Dios: Yo Jehová.
Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.
Y él le dijo: Te ruego me des a beber un poco de agua, pues tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber, y le volvió a cubrir.
Y él respondió: Yo te ruego, que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.
Y los hijos de Dan le dijeron: No des voces tras nosotros, no sea que los de ánimo colérico os acometan, y pierdas también tu vida, y la vida de los tuyos.
Pregunta a tus criados, que ellos te lo dirán. Hallen, por tanto, estos jóvenes gracia en tus ojos, pues hemos venido en buen día; te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos, y a tu hijo David.
Mas el pueblo dijo: No saldrás; porque si nosotros huyéremos, no harán caso de nosotros; y aunque la mitad de nosotros muera, no harán caso de nosotros; pero tú ahora vales tanto como diez mil de nosotros. Será, pues, mejor que tú nos des ayuda desde la ciudad.
Y él dijo: Todo está Bien. Mi señor me envía a decir: He aquí vinieron a mí en esta hora del monte de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas, te ruego que les des un talento de plata y dos mudas de ropa.
Por tanto, ahora yo te ruego que des rehenes a mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si tú pudieres dar jinetes para ellos.
Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo.
No des, oh Jehová, al impío sus deseos; no saques adelante su pensamiento, no sea que se ensoberbezca. (Selah)
para que no des a los extraños tu honor, y tus años al cruel;
No des sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento.
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí. No me des pobreza ni riquezas; mantenme del pan necesario;
No des a las mujeres tu fuerza, ni tus caminos a lo que es para destruir a los reyes.
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú en la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
Ahora, pues, yo te ruego que des rehenes al rey de Asiria mi señor, y yo te daré dos mil caballos, si pudieres tú dar jinetes que cabalguen sobre ellos.
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados de los hombres; de cierto os digo: Ya tienen su recompensa.
Mas cuando tú des limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha.
Entonces ella entró apresuradamente ante el rey, y pidió, diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
Los mandamientos sabes: No adulteres: No mates: No hurtes: No des falso testimonio: No defraudes: Honra a tu padre y a tu madre.
Y se han airado las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo para que los muertos sean juzgados, y para que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, pequeños y grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra.