39 casos

'Encuentro' en la Biblia

Y dijo: SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.

Y Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.

Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; por ventura el SEÑOR me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te la haré saber. Y así se fue solo.

Y cuando vio Balaam que parecía bien al SEÑOR que él bendijera a Israel, no fue, como la primera y segunda vez, a encuentro de los agüeros, sino que puso su rostro hacia el desierto;

Y salió el amorreo, que habitaba en aquel monte, a vuestro encuentro, y os persiguieron, como hacen las avispas, y os quebrantaron en Seir, persiguiéndoos hasta Horma.

Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Jahaza.

Y volvimos, y subimos camino de Basán, y nos salió al encuentro Og rey de Basán para pelear, él y todo su pueblo, en Edrei.

Y los otros salieron de la ciudad a su encuentro; y así fueron encerrados en medio de Israel, los unos por un lado, y los otros por la otra. Y así los hirieron hasta que no quedó ninguno de ellos que escapara.

Por lo cual nuestros ancianos y todos los moradores de nuestra tierra nos dijeron: Tomad en vuestras manos provisión para el camino, e id al encuentro de ellos, y decidles: Nosotros somos vuestros siervos, y haced ahora con nosotros pacto.

Gedeón también envió mensajeros a todo el monte de Efraín, diciendo: Descended al encuentro de los madianitas, y tomadles las aguas hasta Bet-bara y el Jordán. Y juntos todos los varones de Efraín, tomaron las aguas de Bet-bara y el Jordán.

Y como de allí irás más adelante, llegarás a la campiña de Tabor, te saldrán al encuentro tres varones que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, el otro tres tortas de pan, y el tercero un cántaro de vino.

porque, vive el SEÑOR Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado prisa en venirme al encuentro, de aquí a mañana no le quedara a Nabal meante a la pared.

Y cuando David llegó a la cumbre del monte para adorar allí a Dios, he aquí Husai, el arquita, que le salió al encuentro, trayendo rota su ropa, y tierra sobre su cabeza.

Y estando ellos junto a la grande peña que está en Gabaón, les salió Amasa al encuentro. Y Joab estaba ceñido sobre su ropa que tenía puesto, sobre la cual tenía ceñido una espada pegado a sus lomos en su vaina, el cual salió y se le cayó.

Ahora el SEÑOR mi Dios me ha dado reposo por todas partes; que ni hay adversarios, ni mal encuentro.

Y los hijos de Israel fueron también reconocidos (contados), y tomando provisiones les fueron al encuentro; y acamparon los hijos de Israel delante de ellos, como dos rebañuelos de cabras; y los sirios llenaban la tierra.

Y él le dijo: Por cuanto no has escuchado la voz del SEÑOR, he aquí apartándote de mí, te herirá un león. Y cuando se apartó de él, le salió al encuentro un león, y le hirió.

y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa, y todo Judá y Benjamín: El SEÑOR estará con vosotros, si vosotros estáis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.

Y le salió al encuentro Jehú, hijo de Hanani, vidente, y dijo al rey Josafat: ¿A un impío das ayuda, y amas a los que aborrecen al SEÑOR? Pues la ira de la presencia del SEÑOR será sobre ti por ello.

escarba la tierra, se alegra en su fuerza, sale al encuentro de las armas;

Levántate, oh SEÑOR; prevén su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada;

Sin iniquidad mía corren y se aperciben; despierta para venir a mi encuentro, y mira.

Entonces dijo el SEÑOR a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y Sear-jasub tu hijo, al extremo del conducto de la pesquera de arriba, en el camino de la heredad del Lavador,

Salid al encuentro llevando aguas al sediento, oh moradores de tierra de Tema, socorred con su pan al que huye.

Saliste al encuentro al que con alegría obró justicia. En tus caminos se acordaban de ti. He aquí, tú te enojaste porque pecamos; tus caminos son eternos y nosotros seremos salvos.

Y de Mizpa les salió al encuentro, llorando, Ismael, hijo de Netanías; y aconteció que como los encontró, les dijo: Venid a Gedalías, hijo de Ahicam.

Por tanto, de esta manera haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, aparéjate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel.

Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro,

Y cuando él llegó a la otra ribera, a la provincia de los gadarenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podía pasar por aquel camino.

he aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Halláis gozo. Y ellas se llegaron y abrazaron sus pies, y le adoraron.

Y salido él del barco, luego le salió al encuentro un hombre de los sepulcros, con un espíritu inmundo,

Y saliendo él a tierra, le vino al encuentro de la ciudad un hombre que tenía demonios ya de mucho tiempo; y no vestía vestido, ni estaba en casa, sino por los sepulcros.

Y aconteció al día siguiente, apartándose ellos del monte, gran multitud les salió al encuentro.

¿O cuál rey, teniendo que ir a hacer guerra contra otro rey, sentándose primero no consulta si puede salir al encuentro con diez mil al que viene contra él con veinte mil?

Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando.

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