'Enseña' en la Biblia
el que enseña mis manos para la pelea, y da que con mis brazos quiebre el arco de bronce.
Que nos enseña más que a las bestias de la tierra, y nos hace sabios más que las aves del cielo.
Bendeciré al SEÑOR, que me aconseja; aun en las noches me enseña mis riñones.
Quien enseña mis manos para la batalla, y el arco de bronce será quebrado con mis brazos.
El que castiga a los gentiles, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?
Bondad de sentido y sabiduría me enseña; porque tus mandamientos he creído.
Bendito sea el SEÑOR, mi roca, que enseña mis manos a la batalla, y mis dedos a la guerra.
guiña con sus ojos, habla con sus pies, enseña con sus dedos;
Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber.
El viejo y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, éste es cola.
Porque su Dios le enseña para saber juzgar, y le instruye,
Así dijo el SEÑOR, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy, el SEÑOR Dios tuyo, que te enseña provechosamente; que te encamina por el camino en que andas.
Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña la visión a éste.
¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
dando voces: Varones israelitas, ayudad. Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, y la ley, y este lugar; y además de esto ha metido los gentiles en el Templo, y ha contaminado este lugar santo.
Así que, pasados tres meses, navegamos en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux.
o ministerio, en servir; o el que enseña, en doctrina;
La misma naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea deshonesto criar cabello?
Esto manda y enseña.
Y los que tienen amos fieles, no los tengan en menos, por ser sus hermanos; antes sírvanles mejor, por cuanto son fieles y amados, y partícipes del beneficio. Esto enseña y exhorta.
El que enseña otra cosa, y no se allega a las sanas palabras del Señor nuestro, Jesús el Cristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad;
que con mansedumbre enseña a los que se resisten, si por ventura Dios les dé que se arrepientan y conozcan la verdad,
Y la Unción que vosotros habéis recibido de él, permanece en vosotros; y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe; mas como la Unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, permaneced en él.
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