71 casos

'Llegaron' en la Biblia

Y tomó Abram a Sarai su esposa, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado, y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.

Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo;

Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y le puso en el altar sobre la leña.

Y José era el señor de la tierra; él era quien le vendía a todo el pueblo de la tierra. Y llegaron los hermanos de José y se inclinaron a él rostro a tierra.

Y subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán a Jacob su padre.

Y envió a Judá delante de sí a José, para que le viniese a ver a Gosén; y llegaron a la tierra de Gosén.

Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a José su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad; te ruego que no me entierres en Egipto;

Y llegaron hasta la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, y endecharon allí con grande y muy triste lamentación: y José hizo duelo a su padre por siete días.

Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.

Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y acamparon allí junto a las aguas.

Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en la tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron al término de la tierra de Canaán.

En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en ese mismo día llegaron al desierto de Sinaí.

Porque partieron de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.

Y hubo algunos que estaban inmundos a causa de muerto, y no pudieron hacer la pascua aquel día; y llegaron delante de Moisés y delante de Aarón aquel día,

Y llegaron hasta el valle de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos.

Y llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y asentó el pueblo en Cades; y allí murió Miriam, y allí fue sepultada.

Y fueron los ancianos de Moab, y los ancianos de Madián, con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam, y le dijeron las palabras de Balac.

Y las hijas de Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, y Noa, y Hogla, y Milca, y Tirsa, llegaron;

Y llegaron a Moisés los jefes de los millares de aquel ejército, los tribunos y centuriones;

Y llegaron los príncipes de los padres de la familia de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José; y hablaron delante de Moisés, y de los príncipes, cabezas de padres de los hijos de Israel,

Y se encaminaron, y subieron al monte, y llegaron hasta el valle de Escol, y reconocieron la tierra.

Y caminando ellos, llegaron al monte, y estuvieron allí tres días, hasta que los que los seguían se hubiesen vuelto; y los que los siguieron, buscaron por todo el camino, mas no los hallaron.

Y toda la gente de guerra que estaba con él, subió, y se acercó, y llegaron delante de la ciudad, y acamparon al norte de Hai; y el valle estaba entre él y Hai.

Y partieron los hijos de Israel, y al tercer día llegaron a sus ciudades; y sus ciudades eran Gabaón, Cefira, Beerot y Quiriat-jearim.

Y cuando hubieron sacado estos reyes a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Llegad y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se llegaron, y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos.

Y saqué a vuestros padres de Egipto: y como llegaron al mar, los egipcios siguieron a vuestros padres hasta el Mar Rojo con carros y caballería.

Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un cachorro de león que venía rugiendo hacia él.

Y ellos llevando las cosas que había hecho Micaía, juntamente con el sacerdote que tenía, llegaron a Lais, al pueblo reposado y seguro; y los hirieron a filo de espada, y prendieron fuego a la ciudad.

El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su esposa Noemí; y los nombres de sus dos hijos eran, Mahalón y Quilión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y asentaron allí.

Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén. Y aconteció que entrando en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?

Así volvió Noemí, y con ella su nuera Ruth la moabita, la cual venía de los campos de Moab; y llegaron a Belén en el principio de la siega de las cebadas.

Y aconteció que cuando Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los desbarató, y fueron vencidos delante de Israel.

Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él, y el Espíritu de Dios vino sobre él, y profetizó entre ellos.

Y cuando llegaron los jóvenes de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David, y callaron.

Mas Joab y Abisai siguieron a Abner; y se puso el sol cuando llegaron al collado de Amma, que está delante de Gía, junto al camino del desierto de Gabaón.

Y Abner y sus hombres caminaron por el Arabá toda aquella noche, y pasando el Jordán cruzaron por todo Bitrón, y llegaron a Mahanaim.

Y cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaron.

Y el rey y todo el pueblo que con él estaba, llegaron fatigados, y descansaron allí.

Pero fueron vistos por un joven, el cual lo hizo saber a Absalón; sin embargo, los dos se dieron prisa a caminar, y llegaron a casa de un hombre en Bahurim, que tenía un pozo en su patio, dentro del cual se metieron.

Mas cuando llegaron al campamento de Israel, se levantaron los israelitas e hirieron a los de Moab, los cuales huyeron delante de ellos; pero ellos los persiguieron aun hasta su país, matando a los moabitas.

Fue, pues, con ellos; y como llegaron al Jordán, cortaron la madera.

Y sucedió que cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de éstos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos, y miraron, y se hallaban en medio de Samaria.

Y cuando los leprosos llegaron a la entrada del campamento, entraron en una tienda y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata y oro y vestiduras, y fueron y lo escondieron; y volvieron y entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron y lo escondieron.

Y llegaron hasta la entrada de Gedor hasta el oriente del valle, buscando pastos para sus ganados.

Y cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano para sostener el arca, porque los bueyes tropezaban.

Aún estaban ellos hablando con él, cuando los eunucos del rey llegaron apresurados, para hacer venir a Amán al banquete que Esther había dispuesto.

Y fue que cuando llegaron al medio de la ciudad, Ismael hijo de Netanías los degolló, y los echó dentro de una cisterna, él y los hombres que con él estaban.

y entraron en tierra de Egipto; porque no obedecieron a la voz de Jehová; y llegaron hasta Tafnes.

Con lloro de Jazer lloraré por ti, oh vid de Sibma; tus sarmientos pasaron el mar, llegaron hasta el mar de Jazer; sobre tus frutos de verano y sobre tu vendimia vino destruidor.

Se llegaron luego, y hablaron delante del rey acerca del edicto real: ¿No has confirmado edicto que cualquiera que pidiere a cualquier dios u hombre en el espacio de treinta días, excepto a ti, oh rey, fuese echado en el foso de los leones? Respondió el rey y dijo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no se abroga.

Y cuando llegaron a la multitud, vino a Él un hombre, y cayendo de rodillas delante de Él, dijo:

Y cuando llegaron a Capernaúm, vinieron a Pedro los que cobraban los tributos, diciendo: ¿Vuestro maestro no paga los tributos?

Y un poco después llegaron unos que por allí estaban, y dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque tu habla te descubre.

Y cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que quiere decir, el lugar de la calavera,

Pero la gente les vio partir, y muchos le reconocieron, y corrieron allá a pie de todas las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a Él.

Y cuando llegaron cerca de Jerusalén a Betfagé y a Betania, al monte de los Olivos, Él envió a dos de sus discípulos,

Y en esto llegaron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con la mujer; pero ninguno dijo: ¿Qué preguntas? O: ¿Por qué hablas con ella?

Pero cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas.

Y cuando llegaron a tierra, vieron brasas puestas, y un pez sobre ellas, y pan.

Pero cuando llegaron los oficiales, y no los hallaron en la cárcel, volvieron y dieron aviso,

Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?

Y mientras Pedro dudaba dentro de sí qué sería la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, que, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.

Y cuando pasaron la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salieron y pasaron una calle, y en seguida el ángel se apartó de él.

Y ellos pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga un día de sábado, se sentaron.

Y cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y les contaron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.

Y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia; pero el Espíritu no se lo permitió.

Y pasando por Amfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos.

Los cuales, como llegaron a Cesarea, y dieron la carta al gobernador, presentaron también a Pablo delante de él.

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