'Líbrame' en la Biblia

Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga quizá, y me hiera la madre con los hijos.

Sigaión de David, que cantó á Jehová sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín. JEHOVA Dios mío, en ti he confiado: Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;

Los errores, ¿quién los entenderá? Líbrame de los que me son ocultos.

Guarda mi alma, y líbrame: No sea yo avergonzado, porque en ti confié.

Al Músico principal: Salmo de David. EN ti, oh Jehová, he esperado; no sea yo confundido para siempre: Líbrame en tu justicia.

Inclina á mí tu oído, líbrame presto; Séme por roca de fortaleza, por casa fuerte para salvarme.

En tu mano están mis tiempos: Líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores.

Líbrame de todas mis rebeliones; No me pongas por escarnio del insensato.

JUZGAME, oh Dios, y aboga mi causa: Líbrame de gente impía, del hombre de engaño é iniquidad.

Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salud: Cantará mi lengua tu justicia.

Al Músico principal: sobre No destruyas: Michtam de David, cuando envió Saúl, y guardaron la casa para matarlo. LIBRAME de mis enemigos, oh Dios mío: Ponme en salvo de los que contra mí se levantan.

Líbrame de los que obran iniquidad, Y sálvame de hombres sanguinarios.

Acércate á mi alma, redímela: Líbrame á causa de mis enemigos.

Hazme escapar, y líbrame en tu justicia: Inclina tu oído y sálvame.

Dios mío, líbrame de la mano del impío, De la mano del perverso y violento.

Y tú, Jehová Señor, haz conmigo por amor de tu nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena.

RESH. Mira mi aflicción, y líbrame; Porque de tu ley no me he olvidado.

Venga mi oración delante de ti: Líbrame conforme á tu dicho.

Al Músico principal: Salmo de David. LIBRAME, oh Jehová, de hombre malo: Guárdame de hombre violento;

Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

Líbrame de mis enemigos, oh Jehová: A ti me acojo.

Y torna su sobrante en un dios, en su escultura; humíllase delante de ella, adórala, y ruégale diciendo: Líbrame, que mi dios eres tú.