49 casos

'Primeros' en la Biblia

Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito con la leche de su madre.

La primicia de los primeros frutos de tu tierra meterás en la casa de Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que yo os doy, y segareis su mies, traeréis al sacerdote un manojo de los primeros frutos de vuestra siega;

Y consagrará a Jehová los días de su nazareato, y traerá un cordero de un año en expiación por la culpa; y los días primeros serán anulados, por cuanto fue contaminado su nazareato.

Y yo estuve en el monte como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches; y Jehová me escuchó también esta vez, y no quiso Jehová destruirte.

y los entregó en manos de los gabaonitas, y ellos los ahorcaron en el monte delante de Jehová: y murieron juntos aquellos siete, lo cuales fueron muertos en el tiempo de la siega, en los primeros días, en el principio de la siega de las cebadas.

Él era el más distinguido de los tres, y llegó a ser su jefe; pero no igualó a los tres primeros.

De los treinta fue el más distinguido; pero no igualó a los tres primeros. Y David lo puso como jefe de su guardia personal.

He aquí ha descendido fuego del cielo, y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; sea ahora mi vida de valor delante de tus ojos.

Los primeros moradores que entraron en sus posesiones en sus ciudades, fueron los israelitas, los sacerdotes, los levitas y los servidores del templo.

De los tres fue más ilustre que los otros dos, pues era el capitán de ellos; pero no igualó a los tres primeros.

Y fue el más distinguido de los treinta, pero no igualó a los tres primeros. A éste puso David en su consejo.

Y los hechos del rey David, primeros y postreros, están escritos en el libro de las crónicas de Samuel vidente, y en las crónicas del profeta Natán, y en las crónicas de Gad vidente,

Lo demás de los hechos de Salomón, primeros y postreros, ¿no está todo escrito en los libros de Natán profeta, y en la profecía de Ahías silonita, y en las profecías del vidente Iddo contra Jeroboam hijo de Nabat?

Y los hechos de Roboam, primeros y postreros, ¿no están escritos en los libros del profeta Semaías y del vidente Iddo, según las genealogías? Y entre Roboam y Jeroboam hubo perpetua guerra.

Mas he aquí, los hechos de Asa, primeros y postreros, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel.

Lo demás de los hechos de Josafat, primeros y postreros, he aquí están escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual es hecha mención en el libro de los reyes de Israel.

Lo demás de los hechos de Amasías, primeros y postreros, ¿no está escrito en el libro de los reyes de Judá y de Israel?

Los demás hechos de Uzías, primeros y postreros, los escribió el profeta Isaías, hijo de Amoz.

Lo demás de sus hechos, y todos sus caminos, primeros y postreros, he aquí está escrito en el libro de los reyes de Judá y de Israel.

y sus hechos, primeros y postreros, he aquí están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá.

Mas los primeros gobernadores que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta siclos de plata; a más de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo; pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.

y estaban junto a él, Carsena, y Setar, y Admata, y Tarsis, y Meres, y Marsena, y Memucán, siete príncipes de Persia y de Media que veían la cara del rey, y se sentaban los primeros del reino);

Y reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los asolamientos de muchas generaciones.

Se han vuelto a las maldades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis palabras, antes se fueron tras dioses ajenos para servirles; la casa de Israel y la casa de Judá quebrantaron mi pacto, el cual había yo concertado con sus padres.

en paz morirás, y como quemaron incienso por tus padres, los reyes primeros que fueron antes de ti, así quemarán por ti, y te endecharán, diciendo: ¡Ay, señor!; porque yo he hablado la palabra, dice Jehová.

Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que se ofreciere de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; daréis asimismo las primicias de todas vuestras masas al sacerdote, para que haga reposar la bendición en vuestras casas.

Y mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño subía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí, en este cuerno había ojos como ojos de hombre, y una boca que hablaba grandezas.

Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será mayor que los primeros, y a tres reyes subyugará.

¡Ay de mí! porque he venido a ser como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, que no queda racimo para comer; mi alma desea los primeros frutos.

No seáis como vuestros padres, a los cuales hablaron los primeros profetas, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos, y de vuestras malas obras; pero no atendieron, ni me escucharon, dice Jehová.

¿No oiréis las palabras que proclamó Jehová por medio de los primeros profetas, cuando Jerusalén estaba habitada y quieta, y sus ciudades en sus alrededores, y el Neguev y la llanura estaban habitados?

Y cuando cayó la tarde, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros.

Y cuando vinieron los primeros, pensaban que habían de recibir más, pero ellos también recibieron cada uno un denario.

Otra vez, envió otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera.

y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;

Y he aquí, hay postreros que serán primeros; y primeros que serán postreros.

Y observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, relató una parábola a los convidados, diciéndoles:

Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;

Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, estorbó este acuerdo, y mandó que los que pudiesen nadar, fuesen los primeros en echarse al mar, y saliesen a tierra;

Porque debiendo ser ya maestros, por causa del tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

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