en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene; porque Dios es mayor que nuestro corazón y sabe todas las cosas.

Para el director del coro. Salmo de David.Oh SEÑOR, tú me has escudriñado y conocido.

Yo, el SEÑOR, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras.

Le dijo* por tercera vez: Simón, {hijo} de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Apacienta mis ovejas.

Porque cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por instinto los {dictados} de la ley, ellos, no teniendo la ley, son una ley para sí mismos,

Me aferraré a mi justicia y no la soltaré. Mi corazón no reprocha ninguno de mis días.

He aquí, déjame decirte que no tienes razón en esto, porque Dios es más grande que el hombre.

Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios, o extendido nuestras manos a un dios extraño,

Has puesto nuestras iniquidades delante de ti, nuestros {pecados} secretos a la luz de tu presencia.

¿Podrá alguno esconderse en escondites de modo que yo no lo vea? --declara el SEÑOR. ¿No lleno yo los cielos y la tierra? --declara el SEÑOR.

Pero Jesús, por su parte, no se confiaba a ellos, porque conocía a todos,

Pero al oír ellos {esto,} se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo {a Jesús} y a la mujer que estaba en medio.

Mi Padre que me {las} dio es mayor que todos, y nadie {las} puede arrebatar de la mano del Padre.

Cuando ellos oyeron {esto,} se sintieron profundamente ofendidos y querían matarlos.

Porque no estoy consciente de nada en contra mía; mas no por eso estoy sin culpa, pues el que me juzga es el Señor.

Pero si todos profetizan, y entra un incrédulo, o uno sin {ese} don, por todos será convencido, por todos será juzgado;

sabiendo que el tal es perverso y peca, habiéndose condenado a sí mismo.

Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Pues cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por sí mismo,

Hijos míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.

`Y a sus hijos mataré con pestilencia, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña las mentes y los corazones, y os daré a cada uno según vuestras obras.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso

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