desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación,

y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos {los aspectos} en aquel que es la cabeza, {es decir,} Cristo,

Pues aunque ya debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que alguien os enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido.

En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Hermanos, no seáis niños en la manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar sed maduros.

En verdad, ¿no es así mi casa para con Dios? Pues El ha hecho conmigo un pacto eterno, ordenado en todo y seguro. Porque toda mi salvación y todo {mi} deseo, ¿no {los} hará ciertamente germinar?

Sin embargo el justo se mantendrá en su camino, y el de manos limpias más y más se fortalecerá.

La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo.

Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va aumentando en resplandor hasta que es pleno día.

Conozcamos, pues, esforcémonos por conocer al SEÑOR. Su salida es tan cierta como la aurora, y El vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra.

Seré como rocío para Israel; florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como {los cedros del} Líbano.

Los que moran a su sombra, cultivarán de nuevo el trigo y florecerán como la vid. Su fama {será} como la del vino del Líbano.

Mas para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo.

Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.

Así que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.

en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para {ser} un templo santo en el Señor,

Siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe aumenta grandemente, y el amor de cada uno de vosotros hacia los demás abunda {más y más;}

{Pues} habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino {de una que es} incorruptible, {es decir,} mediante la palabra de Dios que vive y permanece.

antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El {sea} la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

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