Apocalipsis 10:3

y gritó a gran voz, como ruge un león; y cuando gritó, los siete truenos emitieron sus voces.

Isaías 31:4

Porque así me dice el SEÑOR: Tal como gruñe el león o el leoncillo sobre su presa, contra el que se reúne una multitud de pastores, {y} no se atemoriza de sus voces ni se acobarda por su multitud, así descenderá el SEÑOR de los ejércitos para combatir sobre el monte Sion y sobre su collado.

Joel 3:16

El SEÑOR ruge desde Sion y desde Jerusalén da su voz, y tiemblan los cielos y la tierra. Pero el SEÑOR es refugio para su pueblo y fortaleza para los hijos de Israel.

Amós 1:2

Y dijo: El SEÑOR ruge desde Sion, y desde Jerusalén da su voz; los pastizales de los pastores están de duelo, y se seca la cumbre del Carmelo.

Proverbios 19:12

Como rugido de león es la ira del rey, y su favor como rocío sobre la hierba.

Isaías 5:29

Su rugido es como de leona, ruge como leoncillos; gruñe y atrapa la presa, y se {la} lleva sin que nadie {la} libre.

Isaías 42:13

El SEÑOR como guerrero saldrá, como hombre de guerra despertará {su} celo; gritará, sí, lanzará un grito de guerra, contra sus enemigos prevalecerá.

Jeremías 25:30

Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras, y les dirás: ``El SEÑOR rugirá desde lo alto, y dará su voz desde su santa morada; rugirá fuertemente contra su rebaño. Dará gritos como los que pisan {las uvas} contra todos los habitantes de la tierra.

Amós 3:8

Ha rugido un león, ¿quién no temerá? Ha hablado el Señor DIOS, ¿quién no profetizará?

Apocalipsis 4:5

Del trono salían relámpagos, voces y truenos; y delante del trono {había} siete lámparas de fuego ardiendo, que son los siete Espíritus de Dios.

Apocalipsis 8:5

Y el ángel tomó el incensario, lo llenó con el fuego del altar y lo arrojó a la tierra, y hubo truenos, ruidos, relámpagos y un terremoto.

Apocalipsis 14:2

Y oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno; y la voz que oí {era} como {el sonido} de arpistas tocando sus arpas.

Apocalipsis 15:1

Y vi otra señal en el cielo, grande y maravillosa: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas, porque en ellas se ha consumado el furor de Dios.

Apocalipsis 15:7

Entonces uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios, que vive por los siglos de los siglos.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido