Apocalipsis 16:8

Y el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol; y le fue dado quemar a los hombres con fuego.

Apocalipsis 14:18

Y otro ángel salió del altar, el cual tenía poder sobre el fuego, y clamó con gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras.

Apocalipsis 6:12

Y miré cuando Él abrió el sexto sello, y he aquí fue hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se volvió como sangre;

Apocalipsis 8:12

Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; de tal manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y lo mismo de la noche.

Isaías 24:23

La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine gloriosamente en el monte de Sión, y en Jerusalén, y delante de sus ancianos.

Jonás 4:8

Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano; y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y desmayaba; y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.

Mateo 13:6

Pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.

Lucas 21:25

Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de naciones en confusión; bramando el mar y las olas;

Hechos 2:20

El sol se tornará en tinieblas; y la luna en sangre; antes que venga el día del Señor; grande y memorable;

Apocalipsis 7:16

No tendrán más hambre, ni sed; y el sol no caerá más sobre ellos, ni ningún calor;

Apocalipsis 9:2

Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como el humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo.

Apocalipsis 9:17-18

Y así vi en visión los caballos y a los que sobre ellos estaban sentados, los cuales tenían corazas de fuego, de jacinto, y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salía fuego y humo y azufre.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)