Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu placer existen y fueron creadas.

que decían en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza.

y juró por el que vive para siempre jamás, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más.

En el principio creó Dios el cielo y la tierra.

¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.

diciendo en alta voz: Temed a Dios, y dadle gloria; porque la hora de su juicio ha venido; y adorad a Aquél que hizo el cielo y la tierra, y el mar y las fuentes de las aguas.

Porque en seis días hizo Jehová el cielo y la tierra, y el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día sábado y lo santificó.

Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud: Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad; justo y recto es Él.

Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado; y seré salvo de mis enemigos.

Dad a Jehová, oh familias de los pueblos, dad a Jehová gloria y poder.

Entonces los levitas, Jesúa y Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Odías, Sebanías y Petaías, dijeron: Levantaos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad: Bendito sea tu glorioso nombre, el cual es exaltado sobre toda bendición y alabanza.

Traeré mi saber desde lejos, y atribuiré justicia a mi Hacedor.

Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.

«Salmo de David» Dad a Jehová, oh hijos de poderosos, dad a Jehová la gloria y la fortaleza.

Atribuid fortaleza a Dios; sobre Israel es su magnificencia, y su poder está en los cielos.

Dad a Jehová, oh familias de los pueblos; dad a Jehová la gloria y el poder.

Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo.

Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; Él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y su poder y virtud.

Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, perezcan de la tierra y de debajo de estos cielos.

¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, y no hay nada que sea difícil para ti;

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, y os predicamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y el mar, y todo cuanto en ellos hay.

El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay; Éste, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos;

Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por siempre. Amén.

y de aclarar a todos cuál es la comunión del misterio escondido desde el principio del mundo en Dios, que creó todas las cosas por Jesucristo;

Porque por Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por Él y para Él.

en estos postreros días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todo, por quien asimismo hizo el universo;

Y: Tú, Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos:

Y vi a un ángel fuerte proclamando en alta voz: ¿Quién es digno de abrir el libro, y de desatar sus sellos?

Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

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