La reina, al enterarse de las palabras del rey y de sus nobles, entró en la sala del banquete y tomando la palabra, dijo: ¡Oh rey, vive para siempre! No te turben tus pensamientos ni se mude tu semblante.

Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: ¡Oh rey, vive para siempre!

Y hablaron los caldeos al rey en arameo: ¡Oh rey, vive para siempre! Cuenta el sueño a tus siervos, y nosotros te declararemos la interpretación.

Estos funcionarios y sátrapas, de común acuerdo, fueron entonces al rey y le dijeron así: ¡Rey Darío, vive para siempre!

Y aconteció que cuando estaba en lo más duro del parto, la partera le dijo: No temas, porque ahora tienes este {otro} hijo.

Al tiempo que moría, las mujeres que estaban junto a ella le dijeron: No temas, porque has dado a luz un hijo. Pero ella no respondió ni prestó atención.

Betsabé se inclinó rostro en tierra, se postró ante el rey y dijo: Viva para siempre mi señor el rey David.

Mas vosotros sois forjadores de mentiras; todos vosotros sois médicos inútiles.

¿Cómo, pues, me consoláis en vano? Vuestras respuestas están {llenas de} falsedad.

Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso

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