Filipenses 4:12
Sé estar humillado, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
2 Corintios 11:27
en trabajo y fatiga, en muchas vigilias, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;
2 Corintios 6:4-10
antes teniéndonos en todas las cosas como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;
2 Corintios 11:9
Y estando con vosotros y teniendo necesidad, a ninguno de vosotros fui carga; porque lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia; y en todo me guardé de seros gravoso, y me guardaré.
Deuteronomio 32:10
Le halló en tierra de desierto, y en un desierto horrible y yermo; lo trajo alrededor, lo instruyó, lo guardó como la niña de su ojo.
Nehemías 9:20
Y diste tu espíritu bueno para enseñarles, y no detuviste tu maná de su boca, y agua les diste en su sed.
Isaías 8:11
Porque el SEÑOR me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:
Jeremías 31:19
Porque después que me convertí, tuve arrepentimiento, y después que conocí, herí el muslo; me avergoncé, y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud.
Mateo 11:29
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
Mateo 13:52
Y él les dijo: Por eso todo escriba docto en el Reino de los cielos, es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
1 Corintios 4:9-13
Porque a lo que pienso, Dios nos ha mostrado a nosotros, los apóstoles, como los postreros, como a sentenciados a muerte; porque somos hechos espectáculo al mundo, y a los ángeles, y a los hombres.
2 Corintios 10:1
Os ruego, sin embargo, yo Pablo, por la mansedumbre y modestia del Cristo, (que presente ciertamente soy bajo entre vosotros, mas ausente soy confiado con vosotros);
2 Corintios 10:10
Porque a la verdad, dicen, las cartas son graves y fuertes; mas la presencia corporal flaca, y la palabra menospreciable.
2 Corintios 11:7
¿Por ventura pequé humillándome a mí mismo, para que vosotros fueseis ensalzados? Porque os he predicado el Evangelio de Dios de balde.
2 Corintios 12:7-10
Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase descomedidamente, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.
Efesios 4:20-21
Mas vosotros no habéis aprendido así al Cristo;
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido