Jeremías 17:5
Así dice el SEÑOR: Maldito el hombre que en el hombre confía, y hace de la carne su fortaleza, y del SEÑOR se aparta su corazón.
Isaías 2:22
Dejad de considerar al hombre, cuyo soplo {de vida} está en su nariz; pues ¿en qué ha de ser él estimado?
2 Crónicas 32:8
Con él está {sólo} un brazo de carne, pero con nosotros está el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo confió en las palabras de Ezequías, rey de Judá.
Salmos 118:8-9
Es mejor refugiarse en el SEÑOR que confiar en el hombre.
Salmos 18:21
Porque he guardado los caminos del SEÑOR, y no me he apartado impíamente de mi Dios.
Salmos 62:9
Los hombres de baja condición sólo son vanidad, y los de alto rango son mentira; en la balanza suben, todos juntos {pesan menos} que un soplo.
Salmos 146:3-4
No confiéis en príncipes, {ni} en hijo de hombre en quien no hay salvación.
Isaías 30:1-7
¿Ay de los hijos rebeldes --declara el SEÑOR-- que ejecutan planes, pero no los míos, y hacen alianza, pero no según mi Espíritu, para añadir pecado sobre pecado!
Isaías 31:1-9
¿Ay de los que descienden a Egipto por ayuda! En los caballos buscan apoyo, y confían en los carros porque son muchos, y en los jinetes porque son muy fuertes, pero no miran al Santo de Israel, ni buscan al SEÑOR.
Isaías 36:6
`He aquí, tú confías en el báculo de esta caña quebrada, {es decir,} en Egipto, en el cual, si un hombre se apoya, penetrará en su mano y la traspasará. Así es Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él.
Isaías 59:15
Sí, falta la verdad, y el que se aparta del mal es hecho presa. Y {lo} vio el SEÑOR, y desagradó a sus ojos que no hubiera derecho.
Ezequiel 6:9
`Entonces los que de vosotros escapen me recordarán entre las naciones adonde serán llevados cautivos, porque he sufrido a causa de sus corazones adúlteros que se apartaron de mí, y a causa de sus ojos que se prostituyeron tras sus ídolos; y se aborrecerán a sí mismos por los males que han cometido, por todas sus abominaciones.
Ezequiel 29:6-7
`Entonces sabrán todos los habitantes de Egipto que yo soy el SEÑOR, porque han sido {sólo} vara de caña para la casa de Israel.
Oseas 1:2
Cuando por primera vez el SEÑOR habló por medio de Oseas, el SEÑOR le dijo: Anda, toma para ti a una mujer ramera y {engendra} hijos de prostitución; porque la tierra se prostituye gravemente, abandonando al SEÑOR.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido