Y dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalén.

Y aconteció, que cumpliéndose el tiempo en que había de ser recibido arriba, Él afirmó su rostro para ir a Jerusalén.

Sacrificio y ofrenda no te agradan; has abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado.

E iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos; y estaban asombrados, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:

Pero de un bautismo me es necesario ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!

Y tomando a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que fueron escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.

Entonces Jesús dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que mi Padre me ha dado, ¿no la he de beber?

puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual, por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; porque el que ha padecido en la carne, cesó de pecado;

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