Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.

Y en el último día, el gran {día} de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.

¿Con qué me presentaré al SEÑOR {y} me postraré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré delante de El con holocaustos, con becerros de un año?

Acontecerá en aquel día que las naciones acudirán a la raíz de Isaí, que estará puesta como señal para los pueblos, y será gloriosa su morada.

Creció delante de El como renuevo tierno, como raíz de tierra seca; no tiene aspecto {hermoso} ni majestad para que le miremos, ni apariencia para que le deseemos.

Todos los sedientos, venid a las aguas; y los que no tenéis dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad vino y leche sin dinero y sin costo alguno.

Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.

Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que viene a mí, de ningún modo lo echaré fuera.

Por tanto, temamos, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.

Entonces dijo a Adán: Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: ``No comerás de él", maldita será la tierra por tu causa; con trabajo comerás de ella todos los días de tu vida.

porque el hombre nace para la aflicción, como las chispas vuelan hacia arriba.

El hombre, nacido de mujer, corto de días y lleno de turbaciones,

Porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah)

Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como pesada carga, pesan mucho para mí.

Porque hemos sido consumidos con tu ira, y por tu furor hemos sido conturbados.

Vuelve, alma mía, a tu reposo, porque el SEÑOR te ha colmado de bienes.

Todas las cosas son fatigosas, el hombre no puede expresar{las.} No se sacia el ojo de ver, ni se cansa el oído de oír.

He visto todas las obras que se han hecho bajo el sol, y he aquí, todo es vanidad y correr tras el viento.

Pues, ¿qué recibe el hombre de todo su trabajo y del esfuerzo de su corazón con que se afana bajo el sol?

Había un {hombre} solo, sin sucesor, que no tenía hijo ni hermano, sin embargo, no había fin a todo su trabajo. En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas, {y nunca se preguntó:} ¿Para quién trabajo yo y privo a mi vida del placer? También esto es vanidad y tarea penosa.

¿Ay, nación pecadora, pueblo cargado de iniquidad, generación de malvados, hijos corrompidos! Han abandonado al SEÑOR, han despreciado al Santo de Israel, se han apartado de El.

al cual había dicho: Aquí hay reposo, dad reposo al cansado; y: Aquí hay descanso. Pero no quisieron escuchar.

Volveos a mí y sed salvos, todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay ningún otro.

Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para {tu} beneficio, que te conduce por el camino en que debes andar.

para conceder que a los que lloran {en} Sion se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido; para que sean llamados robles de justicia, plantío del SEÑOR, para que El sea glorificado.

Todo esto lo hizo mi mano, y así todas estas cosas llegaron a ser --declara el SEÑOR. Pero a éste miraré: al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.

Así dice el SEÑOR: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Pero dijeron: ``No andaremos {en él.}"

Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS.

Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios poniendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?

Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.

{y daros} alivio a vosotros que sois afligidos, y también a nosotros, cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con sus poderosos ángeles en llama de fuego,

Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que desea, que tome gratuitamente del agua de la vida.

para darle descanso en los días de aflicción, hasta que se cave una fosa para el impío.

Porque en el hombre interior me deleito con la ley de Dios,

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