Romanos 7:18

Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no.

Romanos 7:25

Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.

Génesis 6:5

Y el SEÑOR vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era sólo {hacer} siempre el mal.

Génesis 8:21

Y el SEÑOR percibió el aroma agradable, y dijo el SEÑOR para sí: Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque la intención del corazón del hombre es mala desde su juventud; nunca más volveré a destruir todo ser viviente como lo he hecho.

Job 14:4

¿Quién hará {algo} limpio de lo inmundo? ¿Nadie!

Salmos 51:5

He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre.

Juan 3:6

Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Tito 3:3

Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles {y} odiándonos unos a otros.

Job 15:14-16

¿Qué es el hombre para que sea puro, o el nacido de mujer para que sea justo?

Salmos 119:115-117

Apartaos de mí, malhechores, para que guarde yo los mandamientos de mi Dios.

Mateo 15:19

Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios {y} calumnias.

Marcos 7:21-23

Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios,

Salmos 119:5

¿Ojalá mis caminos sean afirmados para guardar tus estatutos!

Salmos 119:32

Por el camino de tus mandamientos correré, porque tú ensancharás mi corazón.

Salmos 119:40

He aquí, anhelo tus preceptos; vivifícame por tu justicia.

Salmos 119:173

Pronta esté tu mano a socorrerme, porque tus preceptos he escogido.

Salmos 119:176

Me he descarriado como oveja perdida; busca a tu siervo, porque no me olvido de tus mandamientos.

Lucas 11:13

Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más {vuestro} Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Romanos 7:5

Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas {despertadas} por la ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte.

Romanos 7:15

Porque lo que hago, no lo entiendo; porque no practico lo que quiero {hacer,} sino que lo que aborrezco, eso hago.

Romanos 7:19

Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico.

Romanos 8:3-13

Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios {lo hizo}: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y {como ofrenda} por el pecado, condenó al pecado en la carne,

Romanos 13:14

antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne.

Gálatas 5:17

Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el {del} Espíritu {es} contra la carne, pues éstos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.

Gálatas 5:19-21

Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad,

Gálatas 5:24

Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Efesios 2:1-5

Y {El os dio vida} a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,

Filipenses 2:13

porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para {su} beneplácito.

Filipenses 3:12

No que ya {lo} haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús.

1 Pedro 4:2

para vivir el tiempo que {le} queda en la carne, no ya para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios.

Job 25:4

¿Cómo puede un hombre, pues, ser justo con Dios? ¿O cómo puede ser limpio el que nace de mujer?

Isaías 64:6

Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas; todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran.

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