Salmos 119:124

Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.

Salmos 119:12

Bendito tú, oh Jehová; enséñame tus estatutos.

Salmos 51:1

«Al Músico principal: Salmo de David, cuando después que entró a Betsabé, vino a él Natán el profeta» Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Nehemías 9:20

Y diste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste en su sed.

Salmos 69:13

Mas yo a ti elevo mi oración, oh Jehová, en tiempo aceptable; oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame.

Salmos 69:16

Escúchame, oh Jehová, porque benigna es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus piedades.

Salmos 79:8

No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas: Anticípennos presto tus misericordias, porque estamos muy abatidos.

Salmos 103:10

No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.

Salmos 119:26

Mis caminos te conté, y me has respondido: Enséñame tus estatutos.

Salmos 119:41

VAV. Venga a mí tu misericordia, oh Jehová; tu salvación, conforme a tu palabra.

Salmos 119:76-77

Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.

Salmos 119:132

Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.

Salmos 130:3-4

Jehová, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, quedaría en pie?

Salmos 130:7

Espere Israel a Jehová; porque en Jehová hay misericordia, y abundante redención con Él.

Salmos 143:10-12

Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Bueno es tu Espíritu; guíame a tierra de rectitud.

Daniel 9:18

Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestros asolamientos, y la ciudad sobre la cual es llamado tu nombre: porque no derramamos nuestros ruegos ante tu presencia confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.

Lucas 18:13

Mas el publicano, estando lejos, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que golpeaba su pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.

2 Timoteo 1:16-18

Dé el Señor misericordia a la casa de Onesíforo; que muchas veces me recreó, y no se avergonzó de mis cadenas;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)