Salmos 27:5

Porque en el día de la angustia me esconderá en su tabernáculo; en lo secreto de su tienda me ocultará; sobre una roca me pondrá en alto.

Salmos 31:20

De las conspiraciones de los hombres tú los escondes en lo secreto de tu presencia; en un refugio los pondrás a cubierto de los enredos de las lenguas.

Salmos 40:2

Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.

Salmos 50:15

e invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás.

Salmos 91:1

El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.

2 Crónicas 22:12

Y estuvo escondido con ellos en la casa de Dios seis años, mientras Atalía reinaba en el país.

Nehemías 6:10-11

Cuando entré yo en casa de Semaías, hijo de Delaía, hijo de Mehetabel, que estaba encerrado {allí}, él dijo: Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen a matarte, vienen de noche a matarte.

Salmos 10:1

¿Por qué, oh SEÑOR, te mantienes alejado, y te escondes en tiempos de tribulación?

Salmos 17:8

Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas

Salmos 18:33

El hace mis pies como de ciervas, y me afirma en mis alturas.

Salmos 32:6-7

Por eso, que todo santo ore a ti en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán {éstas} a él.

Salmos 46:1

Para el director del coro. {Salmo} de los hijos de Coré, compuesto para Alamot. Cántico.Dios es nuestro refugio y fortaleza, {nuestro} pronto auxilio en las tribulaciones.

Salmos 57:1

Para el director del coro; {según tonada de} No destruyas. Mictam de David, en la cueva, cuando huía de Saúl.Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí, porque en ti se refugia mi alma; en la sombra de tus alas me ampararé hasta que la destrucción pase.

Salmos 61:2

Desde los confines de la tierra te invoco, cuando mi corazón desmaya. Condúceme a la roca que es más alta que yo.

Salmos 77:2

En el día de mi angustia busqué al Señor; en la noche mi mano se extendía sin cansarse; mi alma rehusaba ser consolada.

Salmos 83:3

Hacen planes astutos contra tu pueblo, y juntos conspiran contra tus protegidos.

Salmos 91:15

Me invocará, y le responderé; yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré;

Salmos 119:114

Tú eres mi escondedero y mi escudo; en tu palabra espero.

Salmos 138:7

Aunque yo ande en medio de la angustia, tú me vivificarás; extenderás tu mano contra la ira de mis enemigos, y tu diestra me salvará.

Proverbios 1:24-28

Porque he llamado y habéis rehusado {oír}, he extendido mi mano y nadie ha hecho caso;

Colosenses 3:3

Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

Proverbios 18:10

El nombre del SEÑOR es torre fuerte, a ella corre el justo y está a salvo.

Isaías 4:5-6

entonces el SEÑOR creará sobre todo lugar del monte Sion y sobre sus asambleas, una nube durante el día, o sea humo, y un resplandor de llamas de fuego por la noche; porque sobre toda la gloria habrá un dosel;

Isaías 26:16

Oh SEÑOR, en la angustia te buscaron; apenas susurraban una oración, cuando tu castigo estaba sobre ellos.

Isaías 26:20

Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra tras ti tus puertas; escóndete por corto tiempo hasta que pase la indignación.

Isaías 32:2

Cada uno será como refugio contra el viento y un abrigo contra la tormenta, como corrientes de agua en tierra seca, como la sombra de una gran peña en tierra árida.

Jeremías 2:27-28

los que dicen al leño: ``Mi padre eres tú", y a la piedra: ``Tú me engendraste." Porque ellos me han vuelto las espaldas, y no el rostro; pero en el tiempo de su calamidad dirán: ``Levántate y sálvanos."

Habacuc 3:18-19

con todo yo me alegraré en el SEÑOR, me regocijaré en el Dios de mi salvación.

Mateo 7:24-25

Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;

Mateo 16:16-18

Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Mateo 23:37

¿Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido