Salmos 35:25
No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra! No digan: ¡Lo hemos devorado!
Lamentaciones 2:16
Todos tus enemigos abrieron contra ti su boca, silbaron, y rechinaron los dientes; dijeron: La hemos devorado; ciertamente éste es el día que esperábamos; lo hemos hallado, lo hemos visto.
Salmos 124:3
vivos nos habrían tragado entonces, cuando se encendió su furor contra nosotros.
Éxodo 15:9
El enemigo dijo: Perseguiré, prenderé, repartiré despojos; mi alma se saciará de ellos; sacaré mi espada, los destruirá mi mano.
2 Samuel 20:19
Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel; y tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel: ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová?
Job 1:5
Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.
Salmos 27:12
No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
Salmos 28:3
No me arrebates a una con los malos, y con los obradores de iniquidad; los cuales hablan paz con su prójimo, pero la maldad está en su corazón.
Salmos 56:1-2
«Al Músico principal: sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat» Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre: Me oprime combatiéndome cada día.
Salmos 57:3
Él enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que quiere devorarme. (Selah) Dios enviará su misericordia y su verdad.
Salmos 70:3
Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha, los que dicen: ¡Ajá, ajá!
Salmos 74:8
Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.
Salmos 140:8
No des, oh Jehová, al impío sus deseos; no saques adelante su pensamiento, no sea que se ensoberbezca. (Selah)
Mateo 27:43
Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere, porque ha dicho: Yo soy el Hijo de Dios.
Marcos 2:6
Y estaban sentados allí unos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones:
Marcos 2:8
Y al instante Jesús, conociendo en su espíritu que pensaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones?
1 Corintios 15:54
Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido