Quita de mí tu plaga; por la dureza de tu mano estoy pereciendo.

Que El quite de mí su vara, y no me espante su terror.

Que retires de mí tu mano, y que tu terror no me espante.

Haréis, pues, semejanzas de vuestros tumores, y semejanzas de vuestros ratones que asolan la tierra, y daréis gloria al Dios de Israel; quizá El aliviará su mano de sobre vosotros, de sobre vuestros dioses y de sobre vuestra tierra.

¿Anularás realmente mi juicio? ¿Me condenarás para justificarte tú?

Vuélvete a mí y tenme piedad, porque estoy solitario y afligido.

Porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah)

Nada hay sano en mi carne a causa de tu indignación; en mis huesos no hay salud a causa de mi pecado.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

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Spanish: Reina Valera Gómez
Spanish: Sagradas Escrituras 1569