Salmos 89:9

Tú dominas la soberbia del mar; cuando sus olas se levantan, tú las calmas.

el que calma el rugido de los mares, el estruendo de las olas, y el tumulto de los pueblos.

¿O {quién} encerró con puertas el mar, cuando, irrumpiendo, se salió de {su} seno;

El SEÑOR se sentó {como Rey} cuando el diluvio; sí, como Rey se sienta el SEÑOR para siempre.

Venid y ved las obras de Dios, admirable en {sus} hechos a favor de los hijos de los hombres.

Los torrentes han alzado, oh SEÑOR, los torrentes han alzado su voz; los torrentes alzan sus batientes olas.

Pues El habló, y levantó un viento tempestuoso que encrespó las olas del mar.

El reprende al mar y lo hace secar, y todos los ríos agota. Languidecen Basán y el Carmelo, y las flores del Líbano se marchitan.

Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido.

Cuando ellos subieron a la barca, el viento se calmó.

Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: ¿Cálmate, sosiégate! Y el viento cesó, y sobrevino una gran calma.

Y se llenaron de gran temor, y se decían unos a otros: ¿Quién, pues, es éste que aun el viento y el mar le obedecen?

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido