21 Versículo de la Biblia sobre 100 años y más
Versículos Más Relevantes
Y vivió Nacor, después que engendró a Taré, ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.
Y dijo el SEÑOR: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
Y vivió Serug, después que engendró a Nacor, doscientos años, y engendró hijos e hijas.
Y vivió Reu, después que engendró a Serug, doscientos siete años, y engendró hijos e hijas.
Y vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas.
Y anduvo Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años; y engendró hijos e hijas.
Además, Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus aldeas, a Aroer y sus aldeas, y todas las ciudades que están a los términos de Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese tiempo?
Y vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años.
Yo te he dado los años de su maldad por el número de los días, trescientos noventa días; y llevarás sobre ti la maldad de la Casa de Israel.
Entonces dijo a Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y les servirán, y serán afligidos cuatrocientos años.
Y le habló Dios así: Que su simiente sería extranjera en tierra ajena, y que los sujetarían a servidumbre y maltratarían, por cuatrocientos años.
Y vivió Arfaxad, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
Y vivió Sala, después que engendró a Heber, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
Y vivió Heber, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
Esto pues digo: Que el Pacto previamente ratificado de Dios para con el Cristo, la ley que fue hecha cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.
El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto, fue cuatrocientos treinta años.
Y pasados cuatrocientos treinta años, en el mismo día salieron todos los ejércitos del SEÑOR de la tierra de Egipto.
Y después de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto, y nada tendrá: (y el pueblo príncipe que ha de venir, destruirá a la ciudad y el santuario; cuyo fin será como avenida de aguas ; hasta que al fin de la guerra sea talada con asolamiento.)
y destruyendo las siete naciones en la tierra de Canaán, les repartió por suerte la tierra de ellas.
Y fue en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, en el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, que él comenzó a edificar la Casa del SEÑOR.
Setenta semanas están determinadas (Heb. cortadas ) sobre tu pueblo y sobre tu Santa Ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia de los siglos, y sellar la visión y la profecía, y ungir el lugar santísimo.