26 Versículo de la Biblia sobre Aceptación del otro
Versículos Más Relevantes
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.
Porque toda la ley en una palabra se cumple en el {precepto:} AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
``No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el SEÑOR.
Y el segundo es semejante a éste: AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
El segundo es éste: ``AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO." No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Y QUE AMARLE CON TODO EL CORAZON Y CON TODO EL ENTENDIMIENTO Y CON TODAS LAS FUERZAS, Y AMAR AL PROJIMO COMO A UNO MISMO, es más que todos los holocaustos y los sacrificios.
Porque esto: NO COMETERAS ADULTERIO, NO MATARAS, NO HURTARAS, NO CODICIARAS, y cualquier otro mandamiento, en estas palabras se resume: AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio; aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en {mi} incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que {se hallan} en Cristo Jesús.
Si en verdad cumplís la ley real conforme a la Escritura: AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO, bien hacéis.
Por tanto, aceptaos los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó para gloria de Dios.
Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros.
Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado.
Aceptad al que es débil en la fe, {pero} no para juzgar {sus} opiniones.
El hace justicia al huérfano y a la viuda, y muestra su amor al extranjero dándole pan y vestido. Mostrad, pues, amor al extranjero, porque vosotros fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto.
Entonces le trajeron {algunos} niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara; y los discípulos los reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos.
Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron. Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios.
Y le traían aun a los niños muy pequeños para que los tocara, pero al ver {esto} los discípulos, los reprendían. Mas Jesús, llamándolos a su lado, dijo: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios.
Y el Señor le {dijo:} Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque, he aquí, está orando, y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista. Pero Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a tus santos en Jerusalén,Leer más.
y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento escogido, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto debe padecer por mi nombre. Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Y uno llamado Ananías, hombre piadoso según las normas de la ley, {y} de quien daban buen testimonio todos los judíos que vivían allí, vino a mí, y poniéndose {a mi lado,} me dijo: ``Hermano Saulo, recibe la vista." En ese mismo instante {alcé los ojos y} lo miré.
Pero Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo {Saulo} había visto al Señor en el camino, y que El le había hablado, y cómo en Damasco había hablado con valor en el nombre de Jesús.
De nuevo, por segunda vez, {llegó} a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no {lo} llames tú impuro.
``Cuando un extranjero resida con vosotros en vuestra tierra, no lo maltrataréis. ``El extranjero que resida con vosotros os será como uno nacido entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto; yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
La sortearéis como heredad entre vosotros y entre los forasteros que residen en medio de vosotros {y} que hayan engendrado hijos entre vosotros. Y serán para vosotros como nativos entre los hijos de Israel; se les sorteará herencia con vosotros entre las tribus de Israel. En la tribu en la cual el forastero resida, allí {le} daréis su herencia --declara el Señor DIOS.
y lo que para vosotros fue una prueba en mi condición física, que no despreciasteis ni rechazasteis, sino que me recibisteis como un ángel de Dios, como a Cristo Jesús {mismo}.
Si llega Timoteo, ved que esté con vosotros sin temor, pues él hace la obra del Señor como también yo. Por tanto, nadie lo desprecie. Más bien, enviadlo en paz para que venga a mí, porque lo espero con los hermanos.
Recibidlo, pues, en el Señor con todo gozo, y tened en alta estima a los {que son} como él; porque estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, arriesgando su vida para completar lo que faltaba en vuestro servicio hacia mí.
Artículos Relacionados
- Acogiendo a los fieles
- Amor fraterno
- Deberes a los vecinos
- Decisiones
- Desprecio
- El Ministerio, en la Iglesia
- El amor a los demás, prueba de
- El amor, de Hombre