13 Versículo de la Biblia sobre Admiración
Versículos Más Relevantes
La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la honra de los ancianos, sus canas.
Y vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los testigos de Jesús. Y al verla, me asombré grandemente.
Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro que costaba mucho, ungió los pies de Jesús, y se los secó con los cabellos, y la casa se llenó con la fragancia del perfume.
cuando El venga para ser glorificado en sus santos en aquel día y para ser admirado entre todos los que han creído; porque nuestro testimonio ha sido creído por vosotros.
Jesús le dijo*: Suéltame porque todavía no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos, y diles: ``Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios."
Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos. Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¡cuánto más {hará} por vosotros, hombres de poca fe!
Pero os rogamos hermanos, que reconozcáis a los que con diligencia trabajan entre vosotros, y os dirigen en el Señor y os instruyen, y que los tengáis en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo. Vivid en paz los unos con los otros.
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.
Cuán hermosa eres, amada mía. Cuán hermosa eres. Tus ojos son {como} palomas detrás de tu velo; tu cabellera, como rebaño de cabras que descienden del monte Galaad. Tus dientes son como rebaño de ovejas trasquiladas que suben del lavadero, todas tienen mellizas, y ninguna de ellas ha perdido su cría. Tus labios son como hilo de escarlata, y tu boca, encantadora. Tus mejillas, como mitades de granada detrás de tu velo.Leer más.
Tu cuello, como la torre de David edificada con hileras de piedras; miles de escudos cuelgan de ella, todos escudos de los valientes. Tus dos pechos, como dos crías mellizas de gacela, que pacen entre lirios. Hasta que sople {la brisa} del día y huyan las sombras, me iré al monte de la mirra y al collado del incienso. Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.
Eres hermosa como Tirsa, amada mía, encantadora como Jerusalén, imponente como ejército con estandartes. Aparta de mí tus ojos, porque ellos me han confundido; tu cabellera es como rebaño de cabras que descienden de Galaad. Tus dientes son como rebaño de ovejas que suben del lavadero, todas tienen mellizas, y ninguna de ellas ha perdido su cría.Leer más.
Tus mejillas son como mitades de granada detrás de tu velo. Sesenta son las reinas y ochenta las concubinas, y las doncellas, sin número; {pero} sin igual es mi paloma, mi perfecta, es la {hija} única de su madre, la preferida de la que la dio a luz. Las doncellas la vieron y la llamaron bienaventurada, {también} las reinas y las concubinas, y la alabaron, {diciendo:}
¿Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, oh hija de príncipe! Las curvas de tus caderas son como joyas, obra de manos de artífice. Tu ombligo, {como} una taza redonda que nunca le falta vino mezclado; tu vientre como montón de trigo cercado de lirios. Tus dos pechos, como dos crías mellizas de gacela.Leer más.
Tu cuello, como torre de marfil, tus ojos, {como} los estanques en Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; tu nariz, {como} la torre del Líbano que mira hacia Damasco. Tu cabeza te corona como el Carmelo, y la cabellera suelta de tu cabeza es como hilos de púrpura; {el} rey está preso en {tus} trenzas. ¿Qué hermosa y qué encantadora eres, amor {mío}, con {todos} tus encantos! Tu estatura es semejante a la palmera, y tus pechos, a {sus} racimos. Yo dije: ``Subiré a la palmera, asiré sus frutos. ¿Sean tus pechos como racimos de la vid, el perfume de tu aliento como manzanas, y tu paladar como el mejor vino! Entra suavemente {el vino} en mi amado, {como} fluye por los labios de los que se duermen.
Mi amado es resplandeciente y sonrosado, distinguido entre diez mil. Su cabeza es {como} oro, oro puro, sus cabellos, {como} racimos de dátiles, negros como el cuervo. Sus ojos son como palomas junto a corrientes de agua, bañados en leche, colocados en {su} engaste.Leer más.
Sus mejillas, como eras de bálsamo, {como} riberas de hierbas aromáticas; sus labios son lirios que destilan mirra líquida. Sus manos, barras de oro engastadas de berilo; su vientre, marfil tallado recubierto de zafiros. Sus piernas, columnas de alabastro asentadas sobre basas de oro puro; su aspecto, como el Líbano, gallardo como los cedros. Su paladar, dulcísimo, y todo él, deseable. Este es mi amado y éste es mi amigo, hijas de Jerusalén.