9 Versículo de la Biblia sobre Adorno, de mujeres
Versículos Más Relevantes
Además, dijo el SEÑOR: Puesto que las hijas de Sion son orgullosas, andan con el cuello erguido y con ojos seductores, y caminan con paso menudo haciendo tintinear las ajorcas en sus pies, el Señor herirá con tiña el cráneo de las hijas de Sion, y el SEÑOR desnudará sus frentes. Aquel día el Señor {les} quitará el adorno de las ajorcas, los tocados y las lunetas,Leer más.
los pendientes, los brazaletes y los velos, las redecillas, las cadenillas de los pies, las cintas, las cajitas de perfume y los amuletos, los anillos y aretes de nariz, las ropas de gala, las túnicas, los mantos y las bolsas, los espejos, la ropa interior, los turbantes y los velos. Y sucederá que en vez de perfume aromático habrá podredumbre; en vez de cinturón, cuerda; en vez de peinado artificioso, calvicie; en vez de ropa fina, ceñidor de cilicio; cicatriz en vez de hermosura.
Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos;
`Te engalané con adornos, puse brazaletes en tus manos y un collar a tu cuello. `Puse un anillo en tu nariz, pendientes en tus orejas y una hermosa corona en tu cabeza.
Hijas de Israel, llorad por Saúl, que os vestía lujosamente de escarlata, que ponía adornos de oro en vuestros vestidos.
Y tú, desolada, ¿qué harás? Aunque te vistas de escarlata, aunque te pongas adornos de oro, aunque te agrandes con pintura los ojos, en vano te embelleces; te desprecian {tus} amantes, {sólo} buscan tu vida.
`Estabas adornada con oro y plata, y tu vestido era de lino fino, seda y tela bordada. Comías flor de harina, miel y aceite; eras hermosa en extremo y llegaste a la realeza.
Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino {que sea} el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.
sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad.
no defraudando, sino mostrando toda buena fe, para que adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador en todo respecto.