16 Versículo de la Biblia sobre Afligidos a muerte
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Mis días han pasado, se deshicieron mis planes, los deseos de mi corazón.
los lazos del Seol me rodearon, las redes de la muerte surgieron ante mí.
los lazos del Seol me rodearon; las redes de la muerte surgieron ante mí.
Los lazos de la muerte me rodearon, y los terrores del Seol vinieron sobre mí; angustia y tristeza encontré.
Soy contado entre los que descienden a la fosa; he llegado a ser como hombre sin fuerza,
Vamos palpando la pared como ciegos, y andamos a tientas como los que no tienen ojos; tropezamos al mediodía como al anochecer, entre los robustos {somos} como muertos.
He estado afligido y a punto de morir desde mi juventud; sufro tus terrores, estoy abatido.
Casi me destruyen en la tierra, mas yo no abandoné tus preceptos.
Pero Jacob dijo: Mi hijo no descenderá con vosotros; pues su hermano ha muerto, y {me} queda sólo él. Si algo malo le acontece en el viaje en que vais, haréis descender mis canas con dolor al Seol.
``Y si también os lleváis a éste de mi presencia, y algo malo le sucede, haréis descender mis canas con dolor al Seol."
sucederá que cuando él vea que el muchacho no está {con nosotros,} morirá. Así pues, tus siervos harán descender las canas de nuestro padre, tu siervo, con dolor al Seol.
Y todos sus hijos y todas sus hijas vinieron para consolarlo, pero él rehusó ser consolado, y dijo: Ciertamente enlutado bajaré al Seol por causa de mi hijo. Y su padre lloró por él.
Oh rey, mi señor, estos hombres han obrado mal en todo lo que han hecho al profeta Jeremías echándolo en la cisterna; morirá donde está a causa del hambre, porque no hay más pan en la ciudad.
Entonces les dijo*: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo.
Respondiendo Jesús, dijo: Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto.
Porque pienso que Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles en último lugar, como a sentenciados a muerte; porque hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, tanto para los ángeles como para los hombres.