24 Bible Verses about Doblegándose ante el Mesías
Versículos Más Relevantes
Así dice el SEÑOR, el Redentor de Israel, el Santo suyo, al despreciado, al aborrecido de la nación, al siervo de gobernantes: {Lo} verán reyes y se levantarán, príncipes, y se postrarán, a causa del SEÑOR que es fiel, del Santo de Israel que te ha escogido.
Y entrando en la casa, vieron al Niño con su madre María, y postrándose le adoraron; y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose {ante El} y pidiéndole algo.
para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra,
Cuando María llegó adonde estaba Jesús, al verle, se arrojó entonces a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y El puso su mano derecha sobre mí, diciendo: No temas, yo soy el primero y el último,
Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.
Y predicaba, diciendo: Tras mí viene uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar, inclinándome, la correa de sus sandalias.
Y aconteció que estando Jesús en una de las ciudades, he aquí, {había allí} un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Al ver {esto,} Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!
Y vino uno de los oficiales de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle se postró* a sus pies.
Y he aquí, llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga; y cayendo a los pies de Jesús le rogaba que entrara a su casa;
Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de El y le dijo toda la verdad.
Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de El, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
sino que enseguida, al oír {hablar} de El, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a sus pies.
Y siempre que los espíritus inmundos le veían, caían delante de El y gritaban, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.
Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.