60 Versículo de la Biblia sobre El pecado, aceptar el perdón de
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Resh : Mira, oh SEÑOR, que estoy atribulada; mis entrañas rugen, mi corazón está trastornado en medio de mí; porque me rebelé desaforadamente; de fuera me desahijó el cuchillo, de dentro aparece la muerte.
Y cuando él viniere redargüirá al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio. De pecado ciertamente, por cuanto no creen en mí;
toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga de su corazón, y extendiere sus manos a esta Casa; tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y perdonarás, y obrarás, y darás a cada uno conforme a todos sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres); para que te teman todos los días que vivieren sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.
Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, el SEÑOR de los ejércitos.
Tú, pues, hijo de hombre, di a la Casa de Israel: Vosotros habéis hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos, ¿cómo, pues, viviremos? Diles: Vivo yo, dijo el Señor DIOS, que no quiero la muerte del impío, sino que se torne el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos, ¿y por qué moriréis, oh Casa de Israel?
El entonces pidiendo luz, entró dentro, y temblando, se derribó a los pies de Pablo y de Silas;
Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesús, el Cristo, y serás salvo tú, y tu casa.
Mas después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea, predicando el Evangelio del Reino de Dios, Y diciendo: El tiempo es cumplido; y el Reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al Evangelio.
El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que al Hijo es incrédulo, no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a juicio, mas pasó de muerte a vida.
Os sea pues notorio, varones hermanos, que por éste os es anunciada remisión de pecados, y de todo lo que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en éste es justificado todo aquel que creyere.
Mas a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios ; y los que estaban presos los oían. Entonces fue hecho de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se movían; y luego todas las puertas se abrieron, y las prisiones de todos soltaron. Y despertado el carcelero, como vio abiertas las puertas de la cárcel, sacando la espada se quería matar, pensando que los presos habían huido.Leer más.
Entonces Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal; que todos estamos aquí. El entonces pidiendo luz, entró dentro, y temblando, se derribó a los pies de Pablo y de Silas; y sacándolos fuera, les dice: Señores, ¿qué es necesario que yo haga para ser salvo? Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesús, el Cristo, y serás salvo tú, y tu casa. Y le hablaron la Palabra del Señor, y a todos los que estaban en su casa. Y tomándolos él en aquella misma hora de la noche, les lavó las hendas; y se bautizó luego él, y todos los suyos. Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se gozó de que con toda su casa había creído a Dios.
la justicia, digo, de Dios por la fe de Jesús el Cristo, para todos y sobre todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios; justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Jesús el Cristo;Leer más.
al cual Dios ha propuesto por aplacación mediante la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, para la remisión de los pecados pasados; por la paciencia de Dios, manifestando su justicia en este tiempo, para que él solo sea el Justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús el Cristo.
Mas ¿qué dice? Cercana está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe, la cual predicamos: Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para alcanzar justicia; mas con la boca se hace confesión para alcanzar salud.
Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su Nombre.
Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo del arrepentimiento para remisión de pecados. Y salía a él toda la provincia de Judea, y los de Jerusalén; y eran todos, bautizados por él en el río del Jordán, confesando sus pecados.
Y en aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, que el Reino de los cielos se acerca. Porque éste es aquel del cual fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Voz de uno que clama en el desierto; aparejad el camino del Señor, enderezad sus veredas.Leer más.
Y tenía Juan su vestido de pelos de camellos, y una cinta de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. Entonces salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán; y eran bautizados de él en el Jordán, confesando sus pecados.
siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino Palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y él vino por toda la tierra alrededor del Jordán predicando el bautismo del arrepentimiento para la remisión de pecados; como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías que dice: Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor, Haced derechas sus sendas.Leer más.
Todo valle se rellenará, y se bajará todo monte y collado; y los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos ásperos allanados; y verá toda carne la Salud de Dios.
Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Cristo, para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
En el cual también sois circuncidados de circuncisión no hecha con manos, con el despojamiento del cuerpo de la carne, en la circuncisión del Cristo; sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos.
A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, mas dando testimonio de una buena conciencia delante de Dios,) por la resurrección de Jesús, el Cristo,
El que encubre sus pecados, no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.
Y cuando hubiere acabado de expiar el santuario, y el tabernáculo del testimonio, y el altar, hará llegar el macho cabrío vivo; y pondrá Aarón ambas manos suyas sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todas sus rebeliones, y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de algún varón aparejado para esto . Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitable; y enviará el macho cabrío al desierto.
Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposición, Yo también habré andado con ellos en contra, y los habré metido en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y rogarán por su pecado; y yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré; y haré memoria de la tierra.
Entonces dijo David a Natán: Pequé contra el SEÑOR. Y Natán dijo a David: También el SEÑOR ha remitido tu pecado; no morirás.
Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. (Selah.) Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones al SEÑOR; y tú perdonarás la maldad de mi pecado. (Selah.)
Nun : Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos al SEÑOR.
Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré, e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y delante de ti; ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.Leer más.
Y levantándose, vino a su padre. Y como aún estuviese lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
Y muchos de los que habían creído, venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; pues que los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor son venidos;
Si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque,) y te airares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven cautivos a tierra de enemigos, lejos o cerca, Y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren llevados cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de su cautividad, y dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente, impíamente hemos obrado; si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia su tierra que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tu elegiste, y hacia la Casa que he edificado a tu Nombre;Leer más.
tú oirás desde los cielos, desde la morada de su habitación, su oración y su ruego, y harás su juicio, y perdonarás a tu pueblo que pecó contra ti.
Deje el impío su camino; y el varón inicuo, sus pensamientos; y vuélvase al SEÑOR, el cual tendrá de él misericordia; y al Dios nuestro, el cual será grande en perdonar.
Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todas mis ordenanzas, e hiciere juicio y justicia, de cierto vivirá; no morirá.
Y en aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, que el Reino de los cielos se acerca.
Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo del arrepentimiento para remisión de pecados.
siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino Palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Así que Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan;
Porque el dolor que es según Dios, hace enmienda saludable, de la cual no hay que arrepentirse; pero el dolor del mundo obra muerte.
Porque ellos cuentan de nosotros cuál entrada tuvimos a vosotros; y de qué manera fuisteis convertidos a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero.
Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Porque así dijo el SEÑOR a todo varón de Judá y de Jerusalén: Haced barbecho para vosotros, y no sembréis sobre espinas. Circuncidaos al SEÑOR, y quitad los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien apague, por la malicia de vuestras obras.
Y habiendo entrado Jesús , iba pasando por Jericó; y he aquí un varón llamado Zaqueo, el cual era el principal de los publicanos, y era rico; Y procuraba ver quién era Jesús; mas no podía a causa de la multitud, porque era pequeño de estatura.Leer más.
Y corriendo delante, se subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Y como vino a aquel lugar Jesús, mirando, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Y viendo esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Y el Señor le dijo: Porque hoy ha sido hecha salud a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Después le halló Jesús en el Templo, y le dijo: He aquí, eres ya sano; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.
Así también vosotros, pensad que vosotros de cierto sois muertos al pecado; mas que vivís a Dios en el Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado por instrumentos de iniquidad; antes presentaos a Dios como resucitados de los muertos, y vuestros miembros a Dios, por instrumentos de justicia.Leer más.
Para que el pecado no se enseñoree de vosotros; porque no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: Cuando una persona pecare, e hiciere prevaricación contra el SEÑOR, y negare a su prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o bien robare, o calumniare a su prójimo; o sea que hallando lo perdido, después lo negare, y jurare en falso, en alguna de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre;Leer más.
entonces será que cuando se expiare y reconciliare, restituirá aquello que robó, o por el daño de la calumnia, o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló, o todo aquello sobre que hubiere jurado falsamente; lo restituirá, pues, por entero, y añadirá a ello la quinta parte, para aquel a quien pertenece, y pagará el día de su expiación. Y por su expiación traerá al SEÑOR un carnero sin tacha de los rebaños, conforme a tu estimación, al sacerdote para la expiación. Y el sacerdote lo reconciliará delante del SEÑOR, y tendrá perdón de cualquiera de todas las cosas, en que suele ofender.
Habla a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometiere alguno de todos los pecados de los hombres, haciendo prevaricación contra el SEÑOR, y pecare aquella persona; confesarán su pecado que cometieron, y restituirán su ofensa enteramente, y añadirán sobre ello la quinta parte , y lo darán a aquel contra quien pecaron. Y si aquel varón no tuviere redentor al cual el delito sea restituido, el delito se restituirá al SEÑOR, al sacerdote, a más del carnero de las expiaciones, con el cual lo expiará.
No tienen en poco al ladrón, aún cuando hurtare para saciar su alma teniendo hambre; tomado, paga siete veces; da toda la sustancia de su casa.
Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare. Diciendo yo al justo: De cierto vivirá, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no vendrán en memoria, sino que morirá por su iniquidad que hizo. Y diciendo yo al impío: De cierto morirás; si él se volviere de su pecado, e hiciere juicio y justicia,Leer más.
Si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, caminare en las ordenanzas de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá. No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; ¿hizo juicio y justicia? Vivirá ciertamente.
Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos de mal.
Y suéltanos nuestras deudas, como también nosotros soltamos a nuestros deudores.
Porque si soltareis a los hombres sus ofensas, os soltará también a vosotros vuestro Padre celestial. Mas si no soltareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os soltará vuestras ofensas.
Entonces Pedro, llegándose a él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete. Por lo cual, el Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos.Leer más.
Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Mas a éste, no pudiendo pagar, mandó su señor venderle, y a su mujer e hijos, con todo lo que tenía, y pagar. Entonces aquel siervo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor, detén la ira para conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor, movido a misericordia de aquel siervo, le soltó y le perdonó la deuda. Y saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba, diciendo: Detén la ira para conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso; sino fue, y le echó en la cárcel hasta que pagase la deuda. Y viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo, declararon a su señor todo lo que había pasado. Entonces llamándole su señor, le dice: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste: ¿No te convenía también a ti tener misericordia de tu consiervo, como también yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas.
Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone también a vosotros vuestras ofensas.
antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó en el Cristo.
soportándoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros, si alguno tuviere queja del otro, de la manera que el Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
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