25 Versículo de la Biblia sobre Escapando de la gente
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No entregarás a su señor el siervo que huyere de su amo y acude a ti.
Y Nabal respondió a los criados de David, y dijo: ¿Quién es David? ¿Y quién es el hijo de Jessé? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores.
Y será que cualquiera que invocare el Nombre del SEÑOR, escapará; porque en el Monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como el SEÑOR ha dicho, y en los que quedaren, a los cuales el SEÑOR habrá llamado.
Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que conversan en error;
y dijo: Si viniere Esaú a una cuadrilla y la hiriere, la otra cuadrilla escapará.
Y será, que el que escapare de la espada, de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.
Mas entre tanto que ellos se detuvieron, Aod se escapó, y pasando los ídolos, se salvó en Seirat.
Y huyó Jotam, se fugó, y se fue a Beer, y allí estuvo por causa de Abimelec su hermano.
Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David en la pared. Y dos veces se apartó de él David.
Y Saúl procuró enclavar a David con la lanza en la pared; mas él se apartó de delante de Saúl, el cual hirió con la lanza en la pared; y David huyó, y se escapó aquella noche.
David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y fueron de una parte a otra. Y vino la nueva a Saúl de como David se había escapado de Keila; y dejó de salir.
Mas uno de los hijos de Ahimelec hijo de Ahitob, que se llamaba Abiatar, escapó, y el cual huyó tras David.
Se volvió, por tanto, Saúl de perseguir a David, y partió contra los filisteos. Por esta causa pusieron a aquel lugar por nombre Sela-hama-lecot (peña de las divisiones).
Y dijo David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme del todo a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe más de mí, y no me ande buscando más por todos los términos de Israel, y así me escaparé de sus manos.
Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos, y huyamos, porque no podremos escapar de otra manera delante de Absalón; daos prisa a andar, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada.
Pero Ismael hijo de Netanías se escapó delante de Johanán con ocho hombres, y se fue a los hijos de Amón.
Y despertado el carcelero, como vio abiertas las puertas de la cárcel, sacando la espada se quería matar, pensando que los presos habían huido.
Dijo, pues, aquel varón a Elí: Yo vengo de la batalla, he huido hoy de la batalla. Y él le dijo: ¿Qué ha acontecido, hijo mío?
Y le preguntó David: ¿De dónde vienes? Y él respondió: Me he escapado del campamento de Israel.
Entonces Saúl dijo a Mical: ¿Por qué me has así engañado, y has dejado escapar a mi enemigo? Y Mical respondió a Saúl: Porque él me dijo: Déjame ir; si no, yo te mataré.
Huyó, pues, David, y se escapó, y vino a Samuel en Ramá, y le dijo todo lo que Saúl había hecho con él. Y se fueron él y Samuel, y moraron en Naiot.
Y los hirió David desde aquella madrugada hasta la tarde del día; y no escapó de ellos ninguno, sino cuatrocientos jóvenes, que habían subido en camellos y huyeron.
Y aconteció, que estando él adorando en la casa de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer sus hijos lo hirieron a espada; y huyeron a tierra de Ararat. Y reinó en su lugar Esar-hadón su hijo.
(Y dio el SEÑOR salvador a Israel, y salieron de bajo la mano de los sirios; y habitaron los hijos de Israel en sus estancias, como antes.
