24 Versículo de la Biblia sobre Inestabilidad
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que ya no seamos niños inconstantes, y seamos atraídos a todo viento de doctrina por maldad de hombres que engañan con astutos errores;
Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda, es semejante a la onda del mar, que es movida del viento, y es echada de una parte a otra. Ciertamente no piense el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor. El hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus caminos.
Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé al varón loco, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, e hicieron ímpetu en aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.
teniendo los ojos llenos de adulterio, y no saben cesar de pecar; cebando las almas inconstantes; teniendo el corazón ejercitado en codicias, siendo hijos de maldición;
casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé al varón prudente, que edificó su casa sobre la peña; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la peña.
si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del Evangelio que habéis oído; el cual es predicado a toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.
Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por Jesús, el Cristo, después que hubiereis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, confirme, corrobore y establezca.
El rey con el juicio afirma la tierra; mas el hombre amigo de presentes la destruirá.
Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda, es semejante a la onda del mar, que es movida del viento, y es echada de una parte a otra.
Pero tengo contra ti que has dejado tu amor más alto, la caridad.
Se apartó su corazón. Ahora serán convencidos; él quebrantará sus altares, asolará sus estatuas.
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis traspasado del que os llamó en la gracia de Cristo, a otro evangelio;
Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni hirviente. ¡Bien que fueses frío, o hirviente!
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y menospreciará al otro; no podéis servir a Dios y a las riquezas.
Teme al SEÑOR, hijo mío, y al rey; no te entremetas con los veleidosos;
¿Para qué discurres tanto, mudando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria.
¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La misericordia vuestra es como la nube de la mañana, y como el rocío que de madrugada desvanece.
No seáis sacados del camino por doctrinas diversas y extrañas, porque buena cosa es afirmar el corazón en la gracia, no en viandas, que nunca aprovecharon a los que anduvieron en ellas.
Se apresuraron, se olvidaron de sus obras; no esperaron en su consejo.
mas saliendo el sol, se quemó; y se secó, porque no tenía raíz.
Y zarpados de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; entonces Juan, apartándose de ellos, se volvió a Jerusalén.
Porque antes que viniesen unos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; mas después que vinieron, se retraía y apartaba, teniendo miedo de los que eran de la circuncisión.