He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso.
Bienaventurado el hombre a quien corriges, SEÑOR, y lo instruyes en tu ley;
Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión,
{El hombre} es castigado también con dolor en su lecho, y con queja continua en sus huesos,
porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.
El SEÑOR me ha reprendido severamente, pero no me ha entregado a la muerte.
Yo sé, SEÑOR, que tus juicios son justos, y que en tu fidelidad me has afligido.
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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso