14 Versículo de la Biblia sobre la relación entre los animales y el hombre
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Y el temor y el terror de vosotros estarán sobre todos los animales de la tierra, y sobre todas las aves del cielo, {y} en todo lo que se arrastra sobre el suelo, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados.
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.
ovejas y bueyes, todos ellos, y también las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar, cuanto atraviesa las sendas de los mares.
Y el hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo, mas para Adán no se encontró una ayuda que fuera idónea para él.
``No te ayuntarás con ningún animal, contaminándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de un animal para ayuntarse con él; es una perversión.
Todo lo que se mueve y tiene vida os será para alimento: todo os lo doy como {os di} la hierba verde.
Hablad a los hijos de Israel, y decidles: ``Estos son los animales que podréis comer de entre todos los animales que hay sobre la tierra.
`Los sacerdotes no comerán el cuerpo muerto o despedazado de ninguna ave ni de ningún animal.
`Pero dejad en tierra el tocón con sus raíces, con ataduras de hierro y bronce entre la hierba del campo; que se empape con el rocío del cielo, y comparta con las bestias la hierba de la tierra.
``Y en cuanto al vigilante, al santo que el rey vio, que descendía del cielo y decía: `Derribad el árbol y destruidlo, pero dejad el tocón con sus raíces en la tierra, con ataduras de hierro y bronce en la hierba del campo, y que se empape con el rocío del cielo, y que comparta con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete tiempos,'
y dondequiera que habiten los hijos de los hombres, las bestias del campo o las aves del cielo, El los ha entregado en tu mano y te ha hecho soberano de todos ellos; tú eres la cabeza de oro.
Disertó sobre los árboles, desde el cedro que está en el Líbano hasta el hisopo que crece en la pared; también habló de ganados, aves, reptiles y peces.
Y ahora pregunta a las bestias, y que ellas te instruyan, y a las aves de los cielos, y que ellas te informen.
Y ciertamente pediré cuenta de la sangre de vuestras vidas; de todo animal la demandaré. Y de {todo} hombre, del hermano de todo hombre demandaré la vida del hombre.