25 Versículo de la Biblia sobre La ira de Dios, consecuencias
Versículos Más Relevantes
Y en Horeb provocasteis a ira al SEÑOR, y se enojó el SEÑOR contra vosotros para destruiros.
Y con la multitud de tu grandeza has trastornado a los que se levantaron contra ti; enviaste tu furor; los tragó como a hojarasca.
Ahora pues, déjame que se encienda mi furor en ellos, y los consuma; y a ti yo te pondré sobre gran gente. Entonces Moisés oró a la faz del SEÑOR su Dios, y dijo: ¡Oh SEÑOR! ¿Por qué se encenderá tu furor en tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte?
Y aconteció que el pueblo se quejó a oídos del SEÑOR; y lo oyó el SEÑOR, y se enardeció su furor, y se encendió en ellos fuego del SEÑOR y consumió en el extremo del campamento. Entonces el pueblo dio voces a Moisés, y Moisés oró al SEÑOR, y se calmó el fuego.
Perecen por el aliento de Dios, y por el espíritu de su furor son consumidos.
Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, el SEÑOR y los instrumentos de su furor, para destruir toda la tierra.
y vendrán los caldeos que combaten esta ciudad, y encenderán esta ciudad a fuego, y la abrasarán, asimismo las casas sobre cuyas azoteas ofrecieron perfumes a Baal y derramaron libaciones a dioses ajenos, para provocarme a ira.
Bet : Destruyó el Señor, y no perdonó; destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob; echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá, contaminó el Reino y sus príncipes.
Y el furor del SEÑOR se encendió en Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación, que había hecho mal delante del SEÑOR.
Y se encendió el furor del SEÑOR contra Israel, y los entregó en mano de Hazael rey de Siria, y en mano de Ben-adad hijo de Hazael, perpetuamente.
Tus hijos desmayaron, estuvieron tendidos en las encrucijadas de todos los caminos, como buey montés en la red, llenos del furor del SEÑOR, de ira del Dios tuyo.
Ahora presto derramaré mi ira sobre ti, y cumpliré en ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y pondré sobre ti todas tus abominaciones.
Con ira hollaste la tierra, con furor trillaste los gentiles.
Y entró Jesús en el Templo de Dios, y echó fuera todos los que vendían y compraban en el Templo, y trastornó las mesas de los cambiadores, y las sillas de los que vendían palomas; Y les dice: Escrito está: Mi Casa, Casa de oración será llamada; mas vosotros cueva de ladrones la habéis hecho.
He aquí que el día del SEÑOR viene, cruel y de enojo y ardor de ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores.
Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir en el fin de la ira, porque al tiempo señalado se cumplirá.
Y viendo él muchos de los fariseos y de los saduceos, que venían a su bautismo, les decía: Generación de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira que vendrá?
Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios;
Trasquila tu cabello, y arrójalo, y levanta llanto sobre las alturas; porque el SEÑOR arrojó y dejó la nación de su furor.
Y mi furor se encenderá contra él en el mismo día; y yo los dejaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y le hallarán muchos males y angustias, y dirá en aquel día: ¿No me han hallado estos males porque no está mi Dios en medio de mí?
Y el SEÑOR se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro; que no quedó sino sólo la tribu de Judá.
No hubo tal rey antes de él que así se convirtiese al SEÑOR de todo su corazón, y de toda su alma, y de todas su fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro tal. Con todo eso el SEÑOR no se volvió del furor de su grande ira, con que se había encendido su ira contra Judá, por todas las provocaciones con que Manasés le había provocado a ira. Y dijo el SEÑOR: También tengo que quitar de mi presencia a Judá, como quité a Israel, y tengo que abominar a esta ciudad que había escogido, a Jerusalén, y a la Casa de la cual yo había dicho: Mi nombre será allí.
Lo oyó Dios, y se enojó, y en gran manera aborreció a Israel.
Mas tú desechaste y menospreciaste a tu Ungido; y te has airado con él .
Vau : Y traspasó como de huerto su tabernáculo, destruyó su congregación. El SEÑOR hizo olvidar en Sion solemnidades y sábados; y desechó en la ira de su furor rey y sacerdote. Zain : Desechó el Señor su altar, menospreció su Santuario, entregó en mano del enemigo los muros de sus palacios; dieron grito en la Casa del SEÑOR como en día de fiesta.