33 Versículo de la Biblia sobre La venganza
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Asimismo el hombre que hiera de muerte a cualquier persona, que sufra la muerte. Y el que hiere a algún animal ha de restituirlo: animal por animal. Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho:Leer más.
Rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él. El que hiere algún animal, ha de restituirlo; mas el que hiere de muerte a un hombre, que muera. Un mismo derecho tendréis; como el extranjero, así será el natural; porque yo soy Jehová vuestro Dios.
Si afilare mi reluciente espada, y mi mano tomare el juicio, yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen. Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada devorará carne: En la sangre de los muertos y de los cautivos, desde sus cabezas; en venganzas sobre el enemigo. Regocijaos, oh naciones, con su pueblo; porque Él vengará la sangre de sus siervos, Y tomará venganza de sus enemigos, y será misericordioso a su tierra y a su pueblo.
Y mira, padre mío, mira el borde de tu manto en mi mano; porque yo corté el borde de tu manto, y no te maté. Conoce, pues, y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; con todo, tú andas a caza de mi vida para quitármela. Juzgue Jehová entre tú y yo, y véngueme de ti Jehová; pero mi mano no será contra ti. Como dice el proverbio de los antiguos: De los impíos saldrá la impiedad: así que mi mano no será contra ti.Leer más.
¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga? Jehová, pues, será Juez, y Él juzgará entre tú y yo. Él vea, y sustente mi causa, y me defienda de tu mano. Y aconteció que, cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es ésta la voz tuya, hijo mío David? Y alzando Saúl su voz lloró.
Y cuando David pasó un poco más allá de la cumbre del monte, he aquí Siba, el criado de Mefiboset, que salía a recibirle con un par de asnos enalbardados, y sobre ellos doscientos panes, y cien racimos de pasas, y cien panes de higos secos y un odre de vino. Y dijo el rey a Siba: ¿Qué es esto? Y Siba respondió: Los asnos son para que monte la familia del rey; los panes y las pasas para que coman los criados; y el vino para que beban los que se cansen en el desierto. Y dijo el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí él se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.Leer más.
Entonces el rey dijo a Siba: He aquí, sea tuyo todo lo que tiene Mefiboset. Y Siba inclinándose, respondió: Rey señor mío, halle yo gracia delante de ti. Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Simeí, hijo de Gera; y salía maldiciendo, y arrojando piedras contra David, y contra todos los siervos del rey David; y todo el pueblo, y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda. Y decía Simeí, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera, varón sanguinario, hombre de Belial! Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado; pero Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y he aquí, has sido tomado en tu maldad, porque eres hombre sanguinario. Entonces Abisai hijo de Sarvia, dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Yo te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza. Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David; ¿quién, pues, le dirá: Por qué lo haces así? Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha a mi vida: ¿cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, que Jehová se lo ha dicho. Quizá mirará Jehová a mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy. Y como David y los suyos iban por el camino, Simeí iba por el lado del monte delante de él, andando y maldiciendo, y arrojando piedras delante de él, y esparciendo polvo. Y el rey y todo el pueblo que con él estaba, llegaron fatigados, y descansaron allí.
Y hubo hambre en los días de David por tres años consecutivos. Y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Es por Saúl, y por aquella casa de sangre; porque mató a los gabaonitas. Entonces el rey llamó a los gabaonitas, y les habló. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del resto de los amorreos, a los cuales los hijos de Israel habían hecho juramento; pero Saúl había procurado matarlos debido a su celo por los hijos de Israel y de Judá.) Dijo, pues, David a los gabaonitas: ¿Qué haré por vosotros, y con qué haré compensación, para que bendigáis a la heredad de Jehová?Leer más.
Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Haré por vosotros lo que digáis. Y ellos respondieron al rey: De aquel hombre que nos destruyó, y que maquinó contra nosotros, para extirparnos sin dejar nada de nosotros en todo el término de Israel; dénsenos siete varones de sus hijos, para que los ahorquemos delante de Jehová en Gabaa de Saúl, el escogido de Jehová. Y el rey dijo: Yo los daré. Y perdonó el rey a Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por el juramento de Jehová que había entre ellos, entre David y Jonatán hijo de Saúl. Mas el rey tomó a los dos hijos de Rispa hija de Aja, los cuales ella había dado a luz a Saúl, a Armoni y a Mefiboset; y a los cinco hijos de Mical hija de Saúl, los cuales ella había dado a luz a Adriel, hijo de Barzilai meholatita, y los entregó en manos de los gabaonitas, y ellos los ahorcaron en el monte delante de Jehová: y murieron juntos aquellos siete, lo cuales fueron muertos en el tiempo de la siega, en los primeros días, en el principio de la siega de las cebadas.
Y fue dicho a David lo que hacía Rispa hija de Aja, concubina de Saúl. Entonces David fue, y tomó los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo, de los hombres de Jabes de Galaad, que los habían hurtado de la plaza de Bet-seán, donde los habían colgado los filisteos, cuando deshicieron los filisteos a Saúl en Gilboa. E hizo llevar de allí los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo; y recogieron también los huesos de los ahorcados.
Asimismo algunos de los hijos de Benjamín y de Judá vinieron a David a la fortaleza. Y David salió a ellos, y les habló diciendo: Si habéis venido a mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con vosotros; mas si para traicionarme en pro de mis enemigos, siendo mis manos sin iniquidad, véalo el Dios de nuestros padres, y lo demande.
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal (Ni aun permití que mi lengua pecase, pidiendo maldición para su alma);
Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz. Ella es árbol de vida a los que la abrazan, y bienaventurados son los que la retienen.Leer más.
Jehová con sabiduría fundó la tierra; afirmó los cielos con inteligencia.
No digas: Yo me vengaré; espera en Jehová, y Él te salvará.
Fortaleced las manos cansadas, corroborad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con venganza, con retribución; Dios mismo, Él vendrá y os salvará.
Mas, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas justicia, que escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he descubierto mi causa.
Porque yo no quiero la muerte del que muere, dice el Señor Jehová, convertíos, pues, y viviréis.
Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis el mal; antes a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y a cualquiera que te demande ante la ley y tome tu túnica, déjale tomar también la capa;Leer más.
y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en el cielo; porque Él hace que su sol salga sobre malos y buenos; y envía lluvia sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también así los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los publicanos? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto.
Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. O ¿piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y Él me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?
Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí. Y todos aquellos que no os recibieren ni os oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo de debajo de vuestros pies para testimonio contra ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad.
Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Y al que te hiriere en una mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, no le impidas llevar aun la túnica.Leer más.
Y a cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que os hagan los hombres, así también hacedles vosotros: Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracia tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué gracia tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracia tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando nada a cambio; y vuestro galardón será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
¿Y por qué aun de vosotros mismos no juzgáis lo que es justo? Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino librarte de él; para que no te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado hasta la última blanca.
Y en el mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarlos. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que había agradado a los judíos, procedió para prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura.Leer más.
Y habiéndole prendido, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro cuadrillas de soldados para que le guardasen; queriendo sacarle al pueblo después de la pascua. Así que, Pedro era guardado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él. Y cuando Herodes había de sacarle, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta guardaban la cárcel. Y he aquí, el ángel del Señor vino, y una luz resplandeció en la cárcel; y golpeando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. Y le dijo el ángel: Cíñete, y átate tus sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; y no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía visión. Y cuando pasaron la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salieron y pasaron una calle, y en seguida el ángel se apartó de él. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo en verdad que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.
No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si fuere posible, en cuanto esté en vosotros, vivid en paz con todos los hombres. Amados, no os venguéis vosotros mismos, antes, dad lugar a la ira; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.Leer más.
Así que si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer, y si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, mas vence con el bien el mal.
Porque pienso que Dios nos ha puesto a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; porque somos hechos espectáculo al mundo, y a los ángeles, y a los hombres. Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros sois sabios en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados. Hasta esta hora padecemos hambre, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos abofeteados, y no tenemos morada fija.Leer más.
Y trabajamos obrando con nuestras manos; siendo maldecidos, bendecimos; siendo perseguidos, lo sufrimos; siendo difamados, rogamos; hemos venido a ser como la escoria del mundo, el desecho de todos hasta ahora.
¿Osa alguno de vosotros, teniendo algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar las cosas más pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?Leer más.
Por tanto, si tenéis juicios de cosas de esta vida, poned para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia. Para vuestra vergüenza lo digo. ¿Será así, que no haya entre vosotros sabio, ni siquiera uno que pueda juzgar entre sus hermanos? Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos. Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? Mas vosotros hacéis la injuria, y defraudáis, y esto a vuestros hermanos.
Hermanos, no seáis niños en el entendimiento; sino sed niños en la malicia, pero hombres en el entendimiento.
Airaos, pero no pequéis: No se ponga el sol sobre vuestro enojo;
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios, sin mancha, en medio de una generación torcida y perversa, en la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Porque es justo para con Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando sea revelado del cielo el Señor Jesús con sus ángeles poderosos, en llama de fuego, para cobrar venganza de los que no conocen a Dios, y no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;Leer más.
los cuales serán castigados con eterna perdición excluidos de la presencia del Señor, y de la gloria de su poder,
El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna misericordia. ¿De cuánto mayor castigo pensáis que será digno, el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.Leer más.
Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo.
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea presto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que ellos tenían. Y clamaban en alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra? Y les fueron dadas vestiduras blancas a cada uno de ellos, y les fue dicho que reposasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
Tópicos sobre La venganza
Dios ejecuta la venganza
Deuteronomio 32:35Mía es la venganza y la paga, a su tiempo su pie vacilará; porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está preparado se apresura.
la venganza
Romanos 12:19Amados, no os venguéis vosotros mismos, antes, dad lugar a la ira; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
la venganza del hombre
Números 35:19-21El pariente del muerto, él matará al homicida: cuando lo encontrare, él le matará.
La Venganza, ejemplos de
Lucas 6:11Y ellos se llenaron de ira; y hablaban entre sí de qué podrían hacer a Jesús.