37 Versículo de la Biblia sobre las cicatrices
Versículos Más Relevantes
De aquí en adelante nadie me cause molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.
Fieles son las heridas del amigo, pero engañosos los besos del enemigo.
Y {alguien} le dirá: `` ¿Qué son esas heridas en tu cuerpo?" Y él responderá: ``{Son aquéllas} con que fui herido en casa de mis amigos."
Mirad mis manos y mis pies, que soy yo mismo; palpadme y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo.
llevando siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Y diciendo esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se regocijaron al ver al Señor.
Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.
``No haréis sajaduras en vuestro cuerpo por un muerto, ni os haréis tatuajes; yo soy el SEÑOR.
Mas El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, {cayó} sobre El, y por sus heridas hemos sido sanados.
Pero si la mancha lustrosa permanece en su lugar y no se extiende, es {sólo} la cicatriz de la úlcera; el sacerdote lo declarará limpio.
Asimismo, si el cuerpo sufre en su piel una quemadura de fuego, y la {carne} viva de la quemadura se vuelve una mancha lustrosa, blanca rojiza o {sólo} blanca,
Y {vi} una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Y la tierra entera se maravilló y {seguía} tras la bestia;
¿De quién son los ayes? ¿De quién las tristezas? ¿De quién las contiendas? ¿De quién las quejas? ¿De quién las heridas sin causa? ¿De quién los ojos enrojecidos?
y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.
De la manera que muchos se asombraron de ti, {pueblo mío,} así fue desfigurada su apariencia más que la de {cualquier} hombre, y su aspecto más que el de los hijos de los hombres.
``Porque yo te devolveré la salud, y te sanaré de tus heridas" --declara el SEÑOR-- ``porque te han llamado desechada, diciendo: `Esta es Sion, nadie se preocupa por ella.'"
Porque así dice el SEÑOR: ``Incurable es tu quebranto, y grave tu herida.
Pero si la mancha lustrosa permanece en su lugar y no se ha extendido en la piel, sino que está oscura, es la hinchazón de la quemadura; y el sacerdote lo declarará limpio, pues es {sólo} la cicatriz de la quemadura.
Cuando un hombre o una mujer tenga manchas lustrosas en la piel de su cuerpo, manchas blancas lustrosas,
el Señor herirá con tiña el cráneo de las hijas de Sion, y el SEÑOR desnudará sus frentes.
Luego dijo* a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Porque El inflige dolor, pero da alivio; El hiere, pero sus manos {también} sanan.
Los azotes que hieren limpian del mal, y los golpes llegan a lo más profundo del cuerpo.
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.
Si tengo que gloriarme, me gloriaré en cuanto a mi debilidad.
He aquí, en las palmas {de mis manos,} te he grabado; tus muros están constantemente delante de mí.
para una hinchazón, una erupción o una mancha blanca lustrosa,
De la planta del pie a la cabeza no hay en él nada sano, {sino} golpes, verdugones y heridas recientes; no han sido curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
Y será la luz de la luna como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces {mayor,} como la luz de siete días, el día que el SEÑOR ponga una venda en la fractura de su pueblo y cure la llaga que El ha causado.
Si un hombre o una mujer tiene una infección en la cabeza o en la barba,
mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia;
Venid ahora, y razonemos --dice el SEÑOR-- aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como {blanca} lana quedarán.
Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotros, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por su cuerpo, que es la iglesia,
El rey David era ya viejo, entrado en días, y lo cubrían de ropas pero no entraba en calor.