28 Versículo de la Biblia sobre los primeros frutos
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Honra al SEÑOR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos;
Traerás a la casa del SEÑOR tu Dios las primicias de los primeros frutos de tu tierra. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron.
`Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y de toda clase de ofrenda de vuestras ofrendas, serán para los sacerdotes; también daréis al sacerdote las primicias de vuestras masas para que haga reposar una bendición sobre vuestra casa.
No demorarás {la ofrenda de} tu cosecha ni {de} tu vendimia. Me darás el primogénito de tus hijos.
Traerás lo mejor de las primicias de tu tierra a la casa del SEÑOR tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
tomarás las primicias de todos los frutos del suelo que recojas de la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, y {las} pondrás en una canasta e irás al lugar que el SEÑOR tu Dios escoja para establecer su nombre.
`Santo era Israel para el SEÑOR, primicias de su cosecha; todos los que comían de ella se hacían culpables; el mal venía sobre ellos' --declara el SEÑOR."
También {guardarás} la fiesta de la siega de los primeros frutos de tus labores, de lo que siembres en el campo; y la fiesta de la cosecha al fin del año cuando recojas del campo {el fruto} {de} tu trabajo.
Os exhorto, hermanos ({ya} conocéis a {los de} la casa de Estéfanas, que fueron los primeros convertidos de Acaya, y que se han dedicado al servicio de los santos),
Y si el primer pedazo {de masa} es santo, también lo es {toda} la masa; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.
Diezmarás fielmente todo el producto de tu sementera, lo que rinde tu campo cada año.
Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos {son} los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.
``Ahora, he aquí, he traído las primicias de los frutos de la tierra que tú, oh SEÑOR, me has dado." Entonces las pondrás delante del SEÑOR tu Dios, y adorarás delante del SEÑOR tu Dios.
Le darás las primicias de tu grano, de tu mosto, de tu aceite y del primer esquileo de tus ovejas.
``Como ofrenda de primicias las ofreceréis al SEÑOR, pero no ascenderán como aroma agradable sobre el altar.
El labrador que trabaja debe ser el primero en recibir su parte de los frutos.
``Así pues, todo el diezmo de la tierra, de la semilla de la tierra o del fruto del árbol, es del SEÑOR; es cosa consagrada al SEÑOR.
e {hice arreglos} para la provisión de leña en los tiempos señalados y para las primicias. ¡Acuérdate de mí, Dios mío, para bien!
y para traer cada año los primeros frutos de nuestra tierra y los primeros frutos de todo árbol a la casa del SEÑOR,
Y sucederá que cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por herencia, tomes posesión de ella y habites en ella,
``Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales, tendréis por prohibido su fruto. Por tres años os será prohibido; no {se} comerá.
``También, el día de los primeros frutos, cuando presentéis una ofrenda de cereal nuevo al SEÑOR en vuestra {fiesta de las} semanas, tendréis santa convocación; no haréis trabajo servil.
``Entonces el sacerdote los mecerá junto con el pan de los primeros frutos y los dos corderos, como ofrenda mecida delante del SEÑOR; serán {cosa} sagrada del SEÑOR para el sacerdote.
Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto --dice el SEÑOR de los ejércitos-- si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Todo lo mejor del aceite nuevo y todo lo mejor del mosto y del cereal, las primicias que presenten al SEÑOR, te las daré a ti.
Y no sólo {ella}, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.
También traeremos las primicias de nuestra harina y nuestras ofrendas del fruto de todo árbol, del mosto y del aceite para los sacerdotes a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestro suelo a los levitas, porque los levitas son los que reciben los diezmos en todas las ciudades donde trabajamos.